La Asamblea General de la ONU ha aprobado la suspensión de Rusia como miembro del Consejo de Derechos Humanos este jueves. La decisión ha sido adoptada tras la condena de la invasión rusa, desde el inicio de la operación militar, y después de las matanzas de civiles en ciudades como Bucha. Ante ello, Ucrania ha celebrado la decisión y Rusia sigue considerando una farsa las matanzas denunciadas por Kiev
La Asamblea General de la ONU ha votado a favor de suspender a Rusia como miembro del Consejo de Derechos Humanos este jueves. La decisión ha sido tomada a raíz de las matanzas en ciudades como Bucha, a las afueras de la capital, Kiev.
La iniciativa ha salido adelante con 93 votos favorables, 24 en contra y 58 abstenciones. Otros países directamente han decidido no pronunciarse.
La Asamblea General ya había condenado previamente la invasión rusa de Ucrania en dos ocasiones. Su expulsión del Consejo de Derechos Humanos viene contemplada en los estatutos que permiten la expulsión de un país si comete abusos "graves y sistemáticos".
La iniciativa ha salido adelante con 93 votos favorables, 24 en contra y 58 abstenciones
Desde Ucrania, el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, ha celebrado la resolución, defendiendo como "los criminales de guerra no tienen cabida en órganos de la ONU destinados a proteger los Derechos Humanos". Así, ha agradecido a los países que han "elegido el lado correcto de la historia".
El Consejo de Derechos Humanos había aprobado con anterioridad, a principios de marzo, la creación de una comisión independiente para investigar los presuntos abusos cometidos en Ucrania desde el inicio del ataque ruso el 24 de febrero.
Por su parte, la delegación rusa ha mantenido la versión de Moscú de los últimos días ante la Asamblea, considerando una farsa las matanzas de civiles que denuncian desde Kiev pese a la verificación de las mismas tanto por periodistas que se encuentran en el lugar como por las imágenes de satélite.