El paro nacional indefinido convocado en el sector del transporte de mercancías por carretera provoca ya problemas de suministro en la industria alimentaria. Este miércoles el sector del pescado se veía afectado, y hoy, jueves, la industria láctea se ha visto obligada a suspender su actividad y las patronales del gran consumo reconocen falta de suministro en fábricas y la dificultad para abastecer los puntos de venta. La asociación UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) piden responsabilidad al gobierno, y afirman que “la alimentación es sagrada”.
La Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL), que integra más de 60 empresas del sector y el 95% de la producción láctea nacional, se vio obligada a mandar un comunicado, ayer por la tarde, en el que anunciaba que su actividad transformadora se suspendía con motivo de la huelga de transporte, que se viene desarrollando desde hace tres días. La patronal denunció "graves problemas en el funcionamiento de la cadena alimentaria" debido al bloqueo que se está produciendo en algunas carreteras, pues se ha visto interrumpido el suministro de los insumos necesarios para la elaboración de productos lácteos.
Tampoco se ha podido desarrollar el traslado del producto terminado a las cadenas de distribución, por lo que se ha anulado el envasado, almacenamiento y gestión de un producto que es perecedero y esencial para el consumo diario. Desde UPA, Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, piden al gobierno que se haga responsable "pedimos responsabilidad en las protestas porque hay determinadas cuestiones estratégicas que no se puede tocar, como la alimentación humana y animal, que es sagrada".
Por su parte, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha dicho que el Gobierno «asegurará que los camioneros que quieran trabajar puedan hacerlo» y que actuará con la «mayor contundencia» frente a los actos de protesta que se están registrando en algunos puntos de la geografía española, algunos de ellos rozando lo vandálico.