- El nuevo líder popular, Alberto Núñez Feijóo, tendrá que explicar cómo construye su proyecto desde la centralidad, como dice, mientras gobierna Castilla y León con la ultra derecha de Vox.
- El partido de Santiago Abascal se estrenará en funciones de gobierno en una comunidad con cerca de 2,5 millones de habitantes y más de 12.000 millones de presupuesto.
Faltaban minutos para que se iniciara la constitución de las nuevas Cortes de Castilla y León tras las elecciones del 13 de febrero, cuando el presidente en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, anunciaba que su formación había cerrado un "acuerdo de legislatura" con el partido de extrema derecha Vox para continuar en el poder en Castilla y León. El Partido Popular se convierte así en el primer partido conservador que abre la puerta de las instituciones a la ultraderecha que en el resto de países europeos sufre un 'cordón sanitario' para que permanezca lejos del poder.
El Partido Popular ha dado este jueves un paso importante que puede marcar su estrategia política de forma definitiva. El presidente en funciones de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, compartirá el poder con la ultraderecha de Vox para seguir cuatro años más al frente de la Junta donde se mantienen desde hace más de tres décadas.
Así lo ha anunciado el propio Mañueco en sus redes sociales y ha emplazado a los medios a una rueda de prensa tras el pleno de constitución en el que dará más detalles de este pacto. En principio, el PP cede la presidencia de las Cortes regionales a Vox y todo hace indicar que sus nuevos socios también tendrán consejerías y una vicepresidencia que es lo que exigían desde el principio.
Mañueco ha afirmado que "hemos llegado a un acuerdo con Vox sobre la base de un programa al servicio de las personas (...) con pleno respeto al orden constitucional y al Estatuto de Autonomía de Castilla y León". Además, ha explicado que "entiendo la democracia desde el diálogo, no desde la imposición (...). Desde nuestra posición inicial hemos cedido para propiciar el entendimiento, Vox no se ha movido en nada".
De estas palabras, se puede adelantar, por tanto, que el PP asume todas las peticiones de los ultraderechistas que esta semana han hecho públicas a través de un documento de cinco páginas a través de su líder regional, Juan García-Gallardo, que presumiblemente se convertirá en los próximos días en vicepresidente de la Junta.
Entre los ejes del nuevo gobierno están derogar las leyes específicas contra la violencia de género ya que apuestan, en su primer punto, por "vigilar y defender la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos". Esta igualdad se materializa en que, por ejemplo, un asesinato machista no estará especialmente castigado en la justicia y se tratará como un crimen más.
Además, apuestan por "garantizar unos servicios públicos de calidad (...) con un reducción de impuestos autonómicos". Este objetivo solo será posible reduciendo servicios para eliminar impuestos a las grandes fortunas, como ocurre en la Comunidad de Madrid.
En relación a la Memoria Histórica, el próximo Ejecutivo derogará el Decreto 9/2018, de 12 de abril, de la Memoria Histórica y Democrática de Castilla y León, lo que en la práctica se materializará en la paralización de la búsqueda de víctimas de la Guerra Civil y de la postguerra.
En cuanto a la política migratoria, apuestan claramente, y así lo harán desde las instituciones, por "colaborar con la policía en la identificación de inmigrantes ilegales para que puedan ser expulsados". Estas políticas muestra claramente la deriva racista y xenófoba de la ultraderecha que quiere dar a la policía vía libre para identificar a personas, por ejemplo, por su color de piel o por su aspecto "extranjero".
Sobre la energía, el nuevo Gobierno tendrá una línea clara y es la apuesta por revertir y apostar por explotaciones mineras y proyectos futuros, es decir, una política que va en sentido contrario al que se está llevando a cabo desde la Unión Europea y desde el propio gobierno de España de apostar por energías renovables, limpias y compatibles con el cuidado del medio ambiente.
Las reacciones políticas de otros grupos no se han hecho esperar, así el PSOE ha calificado de "indignante" que el Partido Popular convierta a Castilla y León en la primera región en Europa que estará gobernada por la extrema derecha. Y avisan que este es el 'nuevo PP' que ya dirige y lidera el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.
El líder socialista en Andalucía, Juan Espadas, ha avisado que lo que está pasando hoy en Castilla y León podrá pasar en unos meses en Andalucía, región donde se tiene que celebrar las próximas elecciones autonómicas. Y ha apuntado que ya abrieron la puerta a Vox en Andalucía y que la abrirán aún más, si pueden, tras los próximos comicios.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha aportado su lectura de la situación y ha 'recomendado' a la prensa que el titular hoy debía ser "Castilla y León será la primera región europea gobernada por la extrema derecha gracias al nuevo y moderado PP de Núñez Feijóo".
El dirigente de Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández, por su parte, ha indicado que el PP ha demostrado ser "indistinguible" de Vox y que el acuerdo anunciado supondrá "racismo, xenofobia, machismo y la involución de derechos y libertades".
Y el líder del PSOE en la región, Luis Tudanca, exige a Feijóo que pare el pacto con Vox o que sean valientes y expliquen porqué le entregan el futuro de la región a Vox.