"Esta noche anuncio que nos uniremos a nuestros aliados para cerrar el espacio aéreo estadounidense a todos los vuelos rusos, aislando aún más a Rusia y agregando una presión adicional a su economía", así se pronunciaba Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, la decisión durante su primer discurso del estado de la Unión.
Biden ha aprovechado la ocasión para lanzar un órdago de acusaciones y sanciones a su homólogo y a los oligarcas rusos. “La guerra de Putin fue premeditada y no provocada”, ha asegurado el presidente estadounidense, que ha acusado a Vladimir Putin, presidente de Rusia, de “rechazar los intentos de diplomacia”. “Pensó que occidente y la OTAN no responderían”, ha afirmado el mandatario norteamericano.
El tono de su intervención hacia el líder del Ejecutivo ruso ha sido muy duro, llegando a dirigirse a él abiertamente como “dictador”, al decir que “cuando los dictadores no pagan el precio de su agresión, provocan más caos”. En esa dialéctica de la ‘liberación’ y el ‘orgullo patrio’ se ha referido a la resistencia ucraniana, al pronunciarse sobre la población ucraniana como “un pueblo orgulloso, que ha conocido 30 años de independencia, ha demostrado repetidamente que no tolerará a nadie que intente hacer retroceder a su país", ha afirmado.
Biden anuncia que el ejército estadounidense no intervendrá en el conflicto, pero si que reforzará las posiciones de la OTAN en Polonia, Rumania, Letonia, Lituania y Estonia.
En lo concerniente a la intervención militar estadounidense en el conflicto, Joe Biden ha sido claro: “Nuestras fuerzas no se comprometerán y no participarán en el conflicto contra las fuerzas rusas en Ucrania". No obstante, ha añadido que si se reforzarán las posiciones de la OTAN en la frontera Este con Rusia.
En la línea de las sanciones anunciadas por el presidente estadounidense, tal y como informaba la cadena CNN, la empresa norteamericana Boeing ha comunicado que suspenderá parte de sus operaciones en Moscú y ha anunciado el cierre temporal de su oficina en Kiev, la capital ucraniana que está en el punto de mira de las tropas rusas.
Este acto, una de las citas claves de la vida política norteamericana, está siempre cargado de símbolos, como es la compañía de la primera dama durante el discurso, en esta ocasión ha sido Oksana Markarova, embajadora de Ucrania, y Frances Haugen, la ex trabajadora de Facebook que ha destapado las malas praxis de la multinacional de la tecnología.