El todavía líder del Partido Popular, Pablo Casado habló este martes ante la Junta Directiva Nacional de la formación y se disculpó por lo que “haya podido hacer mal”, pese a que afirma sentirse "con la conciencia muy tranquila y se queja de la reacción inédita contra su figura en las últimas dos semanas". Si todo va como está previsto, en el próximo congreso del PP, que se llevará a cabo de forma inmediata, Casado tendrá una salida, algo más honrosa y digna que la destitución inmediata que pedían desde hace días sus barones y toda su Ejecuriva, salvo Pablo Montesinos.
"Creo que no me lo merezco, ni se lo merecería ninguno de nosotros", afirmaba rotundo Pablo Casado en su intervención, a raíz de las reacciones tras la convulsa guerra interna desatada en la formación popular por el supuesto espionaje a la líder de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
En la junta se ha aprobado la celebración del Consejo extraordinario de los días 2 y 3 de abril, en la que se respaldará al previsible nuevo líder de la formación, Alberto Núñez Feijóo, al que Casado desea “mucha suerte” a un político que siempre le ha brindado “su lealtad y amistad”. Tras este consejo Casado pondrá fin a una etapa de casi cuatro años en la dirección del partido.
No obstante, y, "a pesar de las dificultades, en este tiempo nos hemos volcado en defender el mandato del congreso nacional: devolver la ilusión a los militantes, renovar la organización sumando a los que se habían ido y defender la unidad interna para dar a todos su sitio, fueran conservadores, liberales o democratacristianos.”, señala Casado mientras ataca al Gobierno expresando que no es fácil luchar contra un Ejecutivo que “ha usado todo el poder del Estado contra la oposición”, apunta.
Haciendo balance de su periodo como presidente del PP, resalta no tener “ni un trimestre de tranquilidad” desde su elección tras unas primarias muy complejas, en las que la organización se había quedado relegada a un tercer plano en el espectro político.
Remarca que el PP es un partido de Estado, actuando con responsabilidad en la pandemia, crisis migratorias y en la reciente guerra de Ucrania, y defiende haberse “guiado por sus principios” anteponiendo los intereses del partido a los suyos. “Me habéis permitido estar en la historia de España, al lado de Fraga, Aznar y Rajoy. Al lado de los lideres europeos y americanos de nuestra alianza política. Y sobre todo a vuestro lado", asegurando que la formación pertenece a los afiliados pero también a todos los españoles.
En la parte final del discurso, el presidente del PP ha señalado que el objetivo principal es obtener “una nueva mayoría que rescate a los españoles de esta profunda crisis económica y social”, para sustituir al Gobierno de Sánchez cuanto antes. Por último, se pone a disposición del partido y que ser presidente ha sido un “privilegio” que “honrará siempre”.