El Gobierno de Pedro Sánchez está comprometido con la modernización del sistema de cuotas de la Seguridad Social de los autónomos y adecuarlas a los ingresos reales, un sistema que quiere tener preparado para el 2023. Pero las organizaciones empresariales consideran que aún se está lejos de llegar a un acuerdo. Tras la primera propuesta rechazada ampliamente, esta semana el ministro del ramo, José Luis Escrivá, ha hecho una nueva propuesta con 12 tramos de ingresos y de cuotas.
El ministerio que dirige José Luis Escrivá ha presentado una nueva propuesta para implantar la nueva cotización para trabajadores autónomos tras las críticas de los anteriores planes. La última modificación deja doce tramos de cotización en virtud al ingreso de los autónomos, así alguien que tenga unos ingresos de menos de 700€ mensuales tendría que pagar una cuota mensual de 204 €; y en la parte alta, aquellos que ingresen por encima de los 3.620€ tendrían que hacer frente al pago de una cuota de 1.123 €. Desde el ministerio asumen que esta nueva propuesta recoge "los puntos de confluencia que se han manifestado en las reuniones anteriores" y se ofrece un equilibrio ante las peticiones de las organizaciones que representan a los trabajadores autónomos.
Los nuevos tramos suponen un ahorro en la parte baja de los ingresos. Así en el primer tramo para los que ingresen menos de 700 € supondría pagar 90 euros menos de lo que se hace en la actualidad; en el segundo tramo, con ingresos de entre 700 y 900 euros, la cuota quedaría fijada en los 244 euros, un ahorro anual de 600 euros; El tercer tramo integra a los que generen entre 900 y 1.125 euros y tendrían una cuota de 264 euros mensuales; el cuarto tramo, entre los 1.125 y 1.300 euros de ingresos tendría que pagar 290 euros, una cuota 4 euros menos a la actual. En los tramos sucesivos ya se tendría que pagar más de lo que se está pagando en la actualidad.
Por su parte, la propuesta del ministerio es que los autónomos societarios, los familiares colaboradores y los religiosos pasarían a integrarse en el tercer tramo, por lo que la cuota obligatoria mensual sería de 264 euros.
La respuesta de las organizaciones ha sido dispar. Así Fernando Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) que es la más numerosa y la que se integra en la CEOE considera que los trabajadores por cuenta propia seguirían sufriendo lo que denominan un hachazo fiscal insostenible. A través de sus redes sociales, Amor ha puesto varios ejemplos y, así, un "guía de turismo (que no puede deducirse ningún gasto) que facturase 2.400 € al mes tendría que hacer frente al pago del IRPF y de la cuota de autónomos y sus ingresos tras el pago de impuestos quedaría en 1.300 €". El otro ejemplo es el de "un periodista autónomo que facture 2.000€ al mes y al que no permite Hacienda deducirse gastos le quedarían 1.100 € después de pagar IRPF y Seguridad Social". Por este motivo, considera que deben decir no a la nueva propuesta de cotizaciones.
Desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), por el contrario, su presidente, Eduardo Abad, considera que la última propuesta se acerca bastante a sus pretensiones de que hagan un menor esfuerzo fiscal los que menos ingresan. Y anticipa que en las dos próximas semanas se podrían cerrar los flecos que quedan pendientes para dejar preparado un sistema justo que entre en vigor el próximo año.
Otra de las organizaciones de autónomos, la UATAE, está más en la línea de ATA y considera que "la nueva propuesta del Ministerio de Inclusión sigue lejos de las necesidades de las autónomas y los autónomos: persiste el desequilibrio entre los tramos inferiores y superiores, y el cese de actividad sigue excluyendo a la mayoría del colectivo. Seguiremos negociando".
Precisamente el llamado "paro de los autónomos", es decir, el cese de actividad es otra de las cuestiones que están encima de la mesa de la negociación entre el ministerio y las organizaciones de autónomos. El ministro ha detallado sus planes y ha adelantado que quieren crear una prestación extraordinaria que tendría dos modalidades, una para crisis cíclicas y otra para crisis estructurales. Y ha ofrecido cambios en la prestación ordinaria para que sea menos restrictiva.