Reino Unido anunció la medida la semana pasada, y se le han ido sumando países como Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Austria, Polonia y España, entre otros. Los aeropuertos de la capital rusa, Domodedovo y Sheremetievo, han tenido que cancelar una gran cantidad de vuelos que se dirigían a regiones europeas.

 

“España procederá al cierre del espacio aéreo a las aerolíneas rusas. Siguiendo las directrices de cooperación marcadas por la Unión Europea, esta medida tendrá efectos en los vuelos operados por las aerolíneas rusas que usen el espacio aéreo español”, informaba en Twitter el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

 

La aerolínea rusa S7 Airlines ha anunciado en Facebook de la cancelación de muchos de sus vuelos al menos hasta el 13 de marzo, mientras que Aeroflot, la aerolínea rusa más importante, ha cancelado sus vuelos a Letonia y Rumanía al menos hasta el 26 de marzo y a Praga y Varsovia hasta el 28 de marzo.

 

Las diferentes figuras europeas se han pronunciado sobre este cierre a Rusia. "Los cielos europeos están abiertos para gente que conecta entre sí, no para quienes persiguen una agresión brutal", ha aseverado con dureza el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo.

 

Las diferentes naciones se han unido en apoyo a Ucrania, condenando por unanimidad las acciones que el gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, está llevando a cabo en el país. Desde Dinamarca, el ministro de Exteriores danés, Jeppe Kofod, ha avisado que su país va a pedir este mismo domingo que la prohibición se aplique a todo el espacio aéreo de la Unión Europea, como avanzaban este sábado medios alemanes.