Vladimir Putin ha puesto en "régimen especial de servicio" a las Fuerzas de Disuasión Estratégicas rusas tras las recientes sanciones anunciadas por los socios Occidentales en respuesta a la violencia en Ucrania. Estas fuerzas contemplan que en caso de agresión Rusia utilizará toda su fuerza, incluidas sus armas nucleares, para causar un daño irreparable en su atacante. Los aliados consideran que este anuncio demuestra la intención de Putin de continuar con la escalada militar y su escasa voluntad para hallar una salida no violenta de la crisis.
El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, ha anunciado que pone en un "régimen especial de servicio" a las fuerzas de disuasión estratégica rusas. Estas están especializadas en el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero de gran alcance y son responsables del control de armas nucleares y convencionales.
Lo ha anunciado en un mensaje televisado de su entrevista con el ministro de Defensa, Sergéi Shouigú, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov. En la retransmisión asegura que la decisión responde a las medidas que Estados Unidos, la Unión Europea y otros aliados Occidentales están tomando como represalia a la invasión de Ucrania. Durante este fin de semana se ha decidido excluir a algunos bancos rusos del mecanismo internacional de intercambio financiero SWIFT, paralizar los activos internacionales del Banco Central de Rusia y múltiples países han cerrado su espacio aéreo a los aviones rusos.
"Los países occidentales no solo están tomando medidas económicas hostiles contra nuestro país, sino que los líderes de los principales países de la OTAN están haciendo declaraciones agresivas sobre nuestro país" ha asegurado Putin.
Es la primera vez que se implementa un régimen de servicio especial para estas fuerzas desde el final de la Guerra Fría
Las fuerzas de disuasión estratégicas se basan en la idea de que, en caso de ataque, el oponente podrá utilizar toda su fuerza, incluyendo la nuclear, para causar un daño inasumible, por lo que pretenden disuadir a ambas partes de comenzar una ofensa. Es la primera vez que se implementa un régimen de servicio especial para estas fuerzas desde el final de la Guerra Fría, al menos. El anuncio llega después de que Putin ordenara a su Ejército una ofensiva total y en todos los frentes contra Ucrania.
Estados Unidos considera que este anuncio es contrario a la desescalada y su embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ha asegurado que con ello "Putin continúa intensificando esta guerra de una manera que es totalmente inaceptable" por lo que Washington seguirá estudiando "nuevas medidas incluso más duras contra los rusos". La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha dicho que "Putin sigue inventando amenazas para justificar sus agresiones agresivas" y ha negado que la OTAN represente una amenaza para Rusia. "Es una alianza defensiva que no combatirá en Ucrania" ha afirmado.
Desde Ucrania, el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, cree que la orden busca presionar a la delegación ucraniana en las futuras negociaciones. Tras haberlo rechazado inicialmente por no considerar Bielorrusia como terreno neutral, este domingo el Gobierno ucraniano finalmente aceptó una negociación con Rusia en suelo bielorruso.
"La orden del presidente Putin se ha producido poco después del anuncio de que había dos delegaciones que se iban a reunir y creemos que este anuncio, que esta orden, pretende subir la apuesta y presionar más a la delegación ucraniana" ha dicho.