Expertos en verificación y lucha contra la desinformación han defendido este miércoles la importancia del periodismo y la necesidad de regulación de los contenidos en plataformas digitales como "vacunas" contra la propagación de contenidos falsos y engañosos.
En unas jornadas sobre desinformación organizadas por el grupo parlamentario del PSOE en el Congreso, los expertos coincidieron en que la pandemia ha agravado la situación, pero el origen es previo.
La periodista Desirée García, responsable de EFE Verifica, ha explicado que los momentos de incertidumbre favorecen la proliferación de mensajes engañosos, puesto que los ciudadanos, en esos escenarios, no emplean la "conciencia o el tiempo necesario para comprobar" si lo que comparten es cierto.
"Respondemos movidos más que nunca por nuestras emociones, por lo que queremos creernos, y eso alimenta la desinformación", ha indicado García, que señala por seguir impulsando la verificación en los medios tradicionales. El periodismo es la receta y la "vacuna" contra la polarización en un contexto donde existen nuevos canales para difundir desinformación, expone Carlos Hernández, cofundador del medio de verificación Maldita.es.
Las redes sociales han aumentado exponencialmente la desinformación, por ello, es necesario que los medios y verificadores sean "tan astutos" como los que difunden mensajes engañosos y hacer "que la información sea tan viral como la desinformación”, prosigue Hernández.
"No hay que tener miedo a regular", ha remarcado en estas jornadas Rafael Rubio, doctor en Derecho Constitucional y director del Grupo de Investigación sobre Tecnología y Democracia en la Universidad Complutense de Madrid, que ve necesario definir qué es desinformación con exactitud, para así poder conseguir resultados jurídicos eficaces.
En su intervención, Carlos Galán, profesor universitario de la Carlos III y Universidad de Nebrija, ha apuntado que gran parte de los contenidos engañosos se producen por una inadecuada comprensión de datos e informes y ha relacionado este hecho con el dato de que, en los países de la UE con mayor nivel educativo, el rechazo a la vacuna sea residual, por lo que hay que afrontar una “alfabetización mediática” contra la desinformación.