En marzo de 2020, en lo más duro de la pandemia, la Comunidad de Madrid firmó un contrato de 1,5 millones de euros con la empresa Priviet Sportive, dedicada al sector textil y ganadero, por el cual esta debía suministrar antes del 10 de abril 250.000 mascarillas FPP2-3.
Todo este escándalo saltó al conocerse que la cúpula del Partido Popular estaba realizando unas ‘pesquisas internas’ para indagar si los posibles rumores de una comisión por parte del hermano de la presidenta, Tomás Díaz Ayuso, eran ciertas. En un primer momento, el todavía presidente del partido, Pablo Casado, y el exsecretario general, Teodoro García Egea, cifraron la comisión en más de 250.000 euros.
El equipo de Isabel Díaz Ayuso y la propia presidenta reconoció, tras haberlo negado previamente, la existencia de esta comisión, que rebajó a 55.000 euros por su labor de proveedor de las mascarillas a la empresa contratada. Pese a ello, la presidenta ha defendido la legalidad de esta comisión, y no se ha pronunciado sobre los otros tres pagos que presuntamente su hermano habría recibido.
El equipo de Ayuso no ha dado a conocer los criterios que se utilizaron para elegir a una empresa sin experiencia en sector ni contratos públicos previos con la Comunidad de Madrid para adjudicar un contrato de 1,5 millones de euros
Los interrogantes en el relato de la presidenta regional y de su entorno son numerosas. Las primeras dudas nacen con la documentación ofrecida por parte del equipo de Ayuso en las que solo se aporta información a partir de que el director general del Proceso Integrado de Salud comunica a la empresa su misión. Nada de cómo se ha gestado la decisión de que sea precisamente esa organización, ni sobre qué criterios se han empleado para su elección.
Según como informa el diario ‘NIUS’ en esos momentos la Comunidad había recorrido a cuatro proveedores, de los cuales tres tenían experiencia en el sector sanitario y un cuarto, aunque se trataba de una empresa comercializadora de bebidas, tenía una oficina en China para facilitar sus labores logísticas, lo que permitió facilitar los envíos de mascarillas, tal y como ha señalado la propia organización a elDiario.es.
Del mismo modo ocurría con la empresa Priviet Sportive, esta disponía de medios para la exportación desde China, pero decidió solicitar la ayuda del hermano de la presidenta de la Comunidad para facilitar los servicios. Nace la duda de si el equipo de Ayuso era consciente de que esta solicitud a Tomás Díaz Ayuso se iba a llevar a cabo, y en caso de que no fuera así, resultaría interesante conocer cuáles fueron las razones para adjudicar esta operación a una empresa sin experiencia en el sector ni contratos públicos previos con la Comunidad de Madrid.