Un estudio ha probado que el uso del fármaco Omomyc, utilizado hasta ahora para tratar tumores primarios, es útil también contra la metástasis en cáncer de mama. El fármaco bloquea la familia de genes MYC, que desde hace tiempo se sabe que juegan un papel en el desarrollo de muchos tumores, pero se desconoce su implicación en las metástasis. El experimento ha demostrado la eficacia de Omomyc tanto en modelos in vitro como in vivo, aunque todavía no se ha probado en personas.
Dos investigadores del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO) han publicado un estudio que demuestra la eficacia de Omomyc, una proteína terapéutica que ataca tumores primarios, en el tratamiento de la metástasis en cáncer de mama. Omomyc fue creada por Vall d'Hebron como una miniproteína inhibidora de la familia de genes MYC, unos genes que afectan al desarrollo de multitud de tumores. Tras varios estudios preclínicos, en mayo del año pasado la proteína comenzó a probarse en pacientes.
No obstante, existe cierto desconocimiento sobre el papel de los genes MYC en las metástasis y algunos estudios sugieren que podría incluso potenciar el rebrote del cáncer.
Por eso, hasta el momento todas las investigaciones se centraban en tumores primarios, nunca se había probado su eficacia contra la enfermedad metástica. La nueva investigación, publicada en Cancer Research Communications, demuestra la eficacia de inhibir el MYC en todo tipo de tumores en modelos in vitro y contra el cáncer de mama triple negativo en modelos in vivo de ratón.
"En todos los casos se ha podido comprobar que Omomyc tiene una importante actividad antimetastásica, en contra de lo que se había especulado”
“La respuesta ha sido muy positiva y en todos los casos se ha podido comprobar que Omomyc tiene una importante actividad antimetastásica, en contra de lo que se había especulado”, explica el doctor Daniel Massó, investigador del spin-off Peptomyc y primer autor del artículo.
Aunque todavía no se ha llevado a cabo una investigación con personas, sí se ha comprobado tras un análisis de bases de datos de pacientes que las enfermas de cáncer de mama con sobreexposición a los genes MYC tenían una supervivencia más baja. “Esto nos hace ser optimistas y pensar que, si estas pacientes se tratasen con nuestro fármaco, quizá podríamos mejorar su supervivencia”, añade el doctor Massó.