El líder de Estado Islámico, Abú Ibrahim al Hashimi al Qurashi, ha muerto como resultado de una operación militar dirigida por Joe Biden en el noroeste de Siria. Las fuerzas especiales estadounidenses acorralaron al cabeza de la organización terrorista, que decidió inmolarse para no ser capturado. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha informado de al menos 13 civiles muertos como resultado de la explosión, incluyendo cuatro niños. El presidente ha aplaudido el éxito de la misión y desde la ONU celebran cualquier golpe contra el terrorismo, aunque lamentan los daños colaterales.
Un equipo de operaciones especiales de Estados Unidos ha matado al líder de Estado Islámico en una operación en la provincia de Idlib, al noroeste de Siria. El presidente, Joe Biden, ha anunciado este jueves la muerte de Abú Ibrahim al Hashimi al Qurashi, líder del grupo terrorista desde octubre de 2019. Biden ha asegurado que se trató de una operación "complicada" y que los estadounidenses trataron de "minimizar" los daños colaterales. A pesar de ello al menos 13 personas han muerto, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, entre ellos cuatro niños.
"La pasado noche y bajos mis órdenes, las fuerzas militares de Estados Unidos en el noroeste de Siria llevaron a cabo de forma exitosa una operación antiterrorista para proteger al pueblo estadounidense y a nuestros aliados y hacer del mundo un lugar más seguro" ha declarado el presidente ante los medios de comunicación.
La operación de anoche es una muestra del alcance y la capacidad de EE.UU. para acabar con las amenazas terroristas, sin importar en qué lugar del mundo intenten esconderse.
Estoy decidido a proteger al pueblo estadounidense de las amenazas terroristas y tomaré medidas decisivas para proteger a este país.
El máximo general de Comando Central, el general Frank McKenzie, ha indicado que el objetivo de la misión era "capturar al líder de Estado Islámico", pero que este decidió rodearse de civiles e inmolarse para no ser arrestado. "No le importaron la vida de sus propios familiares ni de otras personas en el edificio" ha indicado Joe Biden.
"Estados Unidos y nuestros socios en la Coalición Global para Derrotar a Estado Islámico continuarán con el esfuerzo. Nuestro objetivo es la derrota duradera"
El secretario de Estado, Antony Blinken, ha celebrado esta "victoria significativa en la lucha global para desorganizar y desmantelar a Estado Islámico" y ha asegurado que "Estados Unidos y nuestros socios en la Coalición Global para Derrotar a Estado Islámico continuarán con el esfuerzo. Nuestro objetivo es la derrota duradera".
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas ha asegurado que "cualquier éxito" contra Estado Islámico "es aplaudido", aunque lamenta la muerte de civiles y ha pedido que se investigue a los responsables. Desde la ONG Save The Children también demandan una investigación porque "los niños nunca deben ser reducidos a daños colaterales". Blinken ha querido recalcar que la operación se desarrolló con "un cuidado extraordinario para proteger vidas inocentes y evitar bajas de no combatientes" pero fue Al Quraishi quien decidió inmolarse.
Según han explicado las personas que se encontraban en el área, con la llegada de los soldados estadounidenses estallaron enfrentamientos entre los combatientes y las fuerzas de operaciones especiales. El líder se encontraba en la tercera planta de un edificio del que pudieron evacuar a diez personas de forma segura antes de la explosión, según ha indicado el portavoz del Pentágono, John Kirby. No ha habido bajas entre los soldados estadounidenses.