El Pentágono anunció esta semana la realización de este ejercicio "diseñado para demostrar la capacidad de la OTAN para integrar las capacidades de ataque marítimo de alto nivel". Pese coincidir en el tiempo con la crisis con Rusia, el ejercicio lleva planeándose desde el año 2020, según las palabras del portavoz del Pentágono, John Kirby.

 

No obstante, señaló que la situación en la zona del Mar Negro y Ucrania hizo que los aliados se plantearan la conveniencia de realizar o no el ejercicio, aunque finalmente se decidió seguir adelante.

 

Tres buques españoles estarán presentes en el ejercicio, la fragata Blas de Lezo, el buque español Meteoro y el cazaminas Sella. Lo dirigirá el Vicealmirante de la Marina de EE.UU. Eugene H. Black III, comandante de la Fuerza de Ataque de la OTAN y la Sexta Flota de la Marina.

 

Según el portavoz del Pentágono, el grupo de ataque del portaaviones USS Harry S. Truman se colocará bajo el control operativo de la OTAN y servirá como pieza central de esta actividad, que lleva planificada desde “hace mucho tiempo”.  Las Fuerzas Navales Permanentes están bajo el control del Mando Marítimo Aliado de la OTAN y se forman por los Grupos Marítimos Permanentes 1 y 2, y los Grupos de Contramedidas contra Minas de la OTAN 1 y 2.

 

Estas fuerzas navales cuentan con una capacidad de respuesta inmediata “altamente capacitada” para cumplir y realizar una amplia gama de funciones. La OTAN puede recurrir a ellas en caso de crisis, bajo la decisión del Consejo Atlántico Norte.