El Tribunal Supremo de Estados Unidos podría tener por primera vez en su historia a una mujer afroamericana como jueza. El anuncio de jubilación de uno de los miembros de la Corte, el progresista Stephen Breyer, abre la puerta a Joe Biden para cumplir con su promesa electoral de nombrar a la primera magistrada afroamericana. La mayoría demócrata en el Senado le permitiría hacerlo, en un principio, aunque para ello debería contar con el apoyo de todos los senadores demócratas en mitad de la profunda crisis que atraviesa su partido.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, nominará por primera vez en la historia del país a una mujer afroamericana para que se convierta en la nueva jueza del Tribunal Supremo. Según ha confirmado la Casa Blanca, el presiente cumplirá con la promesa que formuló durante su campaña electoral en 2020.
“El presidente ha declarado y reiterado su compromiso de nominar a una mujer afroamericana para el Tribunal Supremo y ciertamente lo mantiene”, ha dicho la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
La Casa Blanca aún no ha dado nombres de las candidatas. Las dos opciones serían, Leondra Kruger, actual jueza en el Tribunal Supremo de California, y Ketanji Brown Jackson, a quien ya consideró Barack Obama en 2016 para otra vacante en el Supremo y que trabajó como secretaria judicial para el propio Breyer
La elegida reemplazaría al juez progresista Stephen Breyer, que a sus 83 años es el miembro de más edad de la Corte. Varios medios estadounidenses han difundido la noticia de que Breyer se jubilará al finalizar este año judicial, en el mes de julio, aunque ni el Tribunal ni el propio juez lo han confirmado.
El presidente Biden se enfrenta sin embargo a la difícil tarea de poner de acuerdo a su partido, que atraviesa una tremenda crisis y ni siquiera ha sido capaz de alcanzar un consenso para aprobar en el Congreso el paquete de gasto social del presidente. La elección de los jueces del Tribunal Supremo depende del Senado, que cuenta con mayoría demócrata, pero no puede permitirse perder ni un solo voto.
Para cumplir con su promesa electoral Biden tendrá que poner de acuerdo a todos los senadores demócratas en un momento de grave crisis dentro del Partido Demócrata
La Casa Blanca esperará a que la Instancia judicial confirme la jubilación de Breyer antes de mencionar posibles nombres para el cargo, aunque cada vez toma más fuerza la imagen de Leondra Kruger, actual jueza en el Tribunal Supremo de California, o Ketanji Brown Jackson, que ya fue considerada por Barack Obama en 2016 para otra vacante. No obstante, el nuevo nombramiento no cambiará el equilibrio de fuerzas actual en la Corte, que cuenta con el mayor número de jueces conservadores desde la década de 1930: seis de los nueve puestos vitalicios.
Grupos progresistas llevan meses pidiendo la jubilación de Breyer ante el temor de que, si se prolonga más en el tiempo, su retirada llegue en un momento en el que el Senado no cuente con mayoría demócrata. El riesgo está ahí, la falta de apoyos y escasa popularidad de Joe Biden podría hacer que los republicanos recuperen sus sitios en la Cámara en las próximas elecciones de medio mandato, el próximo mes de noviembre.