Publicado el 21 de enero a las 14:03
Todos los ojos están hoy puestos en Ginebra. Los más altos representantes de Exteriores estadounidense y ruso participan en una cumbre determinante para alcanzar una solución a la actual tensión mediante la vía diplomática. Durante esta semana Estados Unidos ha participado en numerosas reuniones con sus socios en la Unión Europea y la OTAN para alcanzar una postura común y consensuar qué pasos dar a continuación. Rusia mantiene unas firmes exigencias para la desescalada que incluyen la retirada de las tropas de la OTAN de Bulgaria y Rumanía, paralizar la actividad militar en los territorios cercanos a Rusia y la promesa de que Ucrania no se convertirá en socio de la OTAN.
Hoy tiene lugar la decisiva cumbre entre Estados Unidos y Rusia en Ginebra para tratar de hallar una forma de desescalar la crisis en Ucrania , donde Washington teme una inminente invasión dado el impresionante despliegue militar que mantiene el Gobierno de Vladimir Putin en la frontera. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llega a la capital suiza tras una serie de reuniones con sus aliados europeos de la OTAN orientadas a alcanzar una postura común.
La última de ellas la mantuvo con la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, en Berlín, para valorar todo lo sucedido durante la semana. Según fuentes del Ministerio del Exterior alemán, el objetivo del encuentro era solidificar la posición conjunta respecto a la crisis y discutir los próximos pasos. Blinken aseguró a la salida de la reunión que todos los socios están "actuando con una sola voz cuando se trata de Rusia".
Ambos países aseguraron que el diálogo sigue manteniéndose como la primera opción, pero Blinken alertó de que la respuesta de los aliados será "rápida, contundente y unida" sin finalmente las tropas rusas penetran en territorio ucraniano . Su homóloga alemana reiteró esta advertencia asegurando que una invasión tendría "grandes consecuencias" para Rusia. Entre ellas se contemplan posibles amenazas relacionadas con el gasoducto Nord Stream 2, con el que Rusia podría transportar gas natural a Alemania sin pasar por Ucrania y cuya construcción se mantiene paralizada por exigencias europeas.
Mientras tanto, Estados Unidos sigue tomando acciones para intentar frenar la intromisión rusa en Ucrania. Este jueves, el Tesoro ha sancionado a cuatro representantes ucranianos acusados de trabajar con los servicios de inteligencia rusos para desestabilizar el país. El órgano sostiene que Rusia mantiene una estrategia basada en el reclutamiento de "ciudadanos ucranianos en posiciones clave para obtener acceso a información sensible".
El diálogo sigue siendo la primera opción, pero si finalmente las tropas rusas entran en Ucrania la respuesta será "rápida, contundente y unida", según ha advertido Blinken
En representación de Rusia acude a la cumbre el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. Su Ministerio ha señalado que una de las claves de la propuesta de garantías de seguridad que presentará a Estados Unidos incluye "la retirada de fuerzas extranjeras, equipamiento y armas y otros pasos para volver a la configuración de 1997 en los territorios de los países que no eran miembros de la OTAN en esa fecha ”, incluyendo las tropas presentes en Bulgaria y Rumanía.
El comunicado también critica las ansias expansionistas de la OTAN después de que su secretario general, Jens Stoltenberg, mencionara la posibilidad de que Finlandia y Suecia se sumen al Tratado. Según indica la web del Ministerio de Exteriores, Rusia exige "un fin de la expansión de la OTAN y del despliegue de sistemas armamentísticos cerca de las fronteras con Rusia". Esto incluye la promesa de que la Alianza no expandirá su presencia militar en Europa y que no permitirá que Ucrania pase a ser miembro de la organización.