Un análisis realizado por CaixaBank Research a partir de dos millones de facturas domiciliadas por clientes particulares de la entidad, concluye que el precio a final de 2021 fue un 0,6% más bajo que el de 2018, en línea con lo prometido por el Gobierno.
Con el precio de la luz mayorista disparado, el Ejecutivo de Pedro Sánchez prometió en la víspera de la aprobación de un plan de choque contra la electricidad que a finales de año los ciudadanos pagarían de media “lo mismo que en 2018”. Ahora, con los datos aportados por este estudio, podemos comprobar la veracidad de sus palabras puesto que “a lo largo 2021 el importe del recibo de la luz mediano fue bastante similar al del año 2018”.
En el segundo semestre del año pasado es cuando la subida se hizo más creciente, unida a los altos niveles del gas natural. El Gobierno tomó medidas para paliar estos números como rebajar el IVA de la luz o suspender temporalmente el impuesto de generación eléctrica. Las rebajas fiscales se han prorrogado, de momento, hasta la primavera de este año.
Los autores del estudio solo han recogido los datos de aquellos clientes domésticos que no han cambiado de tarifa regulada a la libre a lo largo del tiempo y cuyas facturas fueran igual de periódicas durante todo el año. En comparación, en 2021 el recibo de la luz mediano asciende hasta los 743 euros, 5 menos que el año 2018.
Sin embargo, solo cuatro de cada diez contratos de particulares o empresas se encuentran dentro del mercado regulado, por lo que habrá que esperar a que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publique los precios del mercado libre. La subida no afectó a todos los consumidores por igual, pero los expertos coinciden que un 2022 con cifras de récord sería perjudicial para cualquier usuario, independientemente de su consumo y tarifa.