Este jueves 6 de enero se cumple un año desde que un violento grupo formado por simpatizantes del expresidente Donald Trump asaltaran el Capitolio, en Washington. La turba irrumpió en la sede de la democracia estadounidense con el objetivo de boicotear el recuento de los votos electorales que daban la victoria a Joe Biden. El incidente terminó con al menos siete personas fallecidas y decenas de heridos. Desde ese momento las posturas entre demócratas y republicanos han seguido agravándose. Los primeros defienden la implicación del expresidente en los altercados mientras que los republicanos tratan de centrar el debate en las acusaciones de fraude electoral.
Un año después del asalto al Capitolio estadounidense, la investigación en la Cámara de Representantes para esclarecer lo sucedido sigue abierta. Los demócratas continúan recopilando pruebas para evidenciar las nulas intenciones del expresidente por frenar unas propuestas que él mismo había alentado en un discurso previo a las puertas de la Casa Blanca. Por su parte, la mayoría de los republicanos centran el debate en las acusaciones de fraude electoral para justificar la situación.
Una de las pocas disidentes de Trump, la vicepresidenta de la comisión Liz Cheney, dijo recientemente que "podemos ser leales a Donald Trump o podemos ser leales a la Constitución, pero no podemos serlo a ambos y ahora mismo hay demasiados republicanos que están tratando de ayudar al expresidente". La postura de Cheney es minoritaria entre los republicanos, que tratan de restar importancia a lo ocurrido y niegan la implicación del expresidente.
Los votantes del partido también continúan defendiendo al expresidente. Un 70% de ellos cree que Trump tuvo poco o nada que ver con aquello frente a un 92% de demócratas que lo acusan directamente. Un 62% de los republicanos también mantiene que hay evidencias de que se produjo fraude electoral en las elecciones del pasado 3 de noviembre.
Desde el inicio de las investigaciones, más de 725 personas han sido acusadas por el Departamento de Justicia por su implicación en los hechos, entre los que se encuentran integrantes de grupos radicales y armados como Proud Boys u Oath Keepers. A la mayoría de ellos se les acusa de entrar de manera ilegal en un lugar restringido y 225 se enfrentan a cargos de agresión o resistencia a la autoridad. Unas 165 personas ya han sido declaradas culpables de al menos uno de los cargos, 70 de ellas han sido condenadas y 31 han ingresado en prisión.
"Podemos ser leales a Donald Trump o podemos ser leales a la Constitución, pero no podemos serlo a ambos "
Haciendo uso del privilegio legislativo del que todavía goza Donald Trump su equipo ha tratado de entorpecer las negociaciones, aunque ya algunas de las personas más cercanas al expresidente como su antiguo jefe de gabinete Mark Meadows han sido acusadas de desacato al Congreso. Hace poco el expresidente pidió al Tribunal Supremo bloquear el acceso de la comisión a los registros de las actividades y reuniones de aquellos días en la Casa Blanca, pero el órgano legislativo todavía no se ha pronunciado.
Entre los documentos requisados por la comisión se encuentra un “plan estratégico de comunicación” dedicado a demostrar el supuesto fraude electoral y “educar” e “inspirar” a la opinión pública para no reconocer al vencedor de las elecciones, el actual presidente Joe Biden. La comisión espera que durante los próximos meses el propio Donald Trump y su 'número dos', Mike Pence, comparezcan ante la cámara.
Para recordar lo sucedido, la Casa Blanca ha convocado una serie de actos conmemorativos entre los que se encuentran una vigilia y un minuto de silencio, así como un encuentro con historiadores y congresistas que compartirán sus experiencias. También está previsto que el presidente Biden y la vicepresidenta, Kamala Harris, den un discurso desde la Casa Blanca. El expresidente Trump anunció hace poco que hará lo propio desde su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, en el que ha adelantado que profundizará en su defensa de que el ataque fue una respuesta directa al supuesto fraude electoral.