El Gobierno de Emmanuel Macron se ha vuelto a topar con la negativa del Parlamento en su intento por cambiar el certificado sanitario por un certificado de vacunación. Tras unas polémicas declaraciones en una entrevista en las que el presidente criticaba a las personas que no se han vacunado, la Asamblea Nacional ha paralizado por segunda vez el proyecto de ley. La mayoría de los diputados franceses han criticado la intervención de Macron y otros acusan al presidente de intentar imponer la vacunación mediante el aislamiento de los no vacunados. A pesar de ello, las restricciones actuales parecen estar dando resultado ya que Francia está poniendo más de 700.000 dosis diarias, aunque más de 5 millones de franceses siguen sin haber recibido la vacuna.
La Asamblea Nacional francesa ha paralizado por segunda vez el proyecto de ley defendido por el presidente Emmanuel Macron que sustituye el certificado sanitario por un certificado de vacunación. La ley implica que tan solo aquellos ciudadanos que hayan recibido la pauta completa de la vacuna podrán recibir el pase, que hasta el momento se puede obtener también mediante una prueba PCR negativo o con un certificado médico que demuestre que han superado recientemente la enfermedad.
El certificado sanitario es necesario para entrar en establecimientos de restauración u ocio e incluso para viajar en trenes de larga distancia o aviones. Con esta medida, solo los vacunados podrán asistir a estos lugares. Además, el Ejecutivo pretende ampliar la restricción en un futuro a todos aquellos que no hayan recibido la dosis extra de la vacuna.
Francia continúa en su lucha contra los no vacunados. Aunque el país galo no ha decretado la vacunación obligatoria como sí ha hecho Austria, el Gobierno quiere introducir cada vez más restricciones para poner trabas a la vida social de los no vacunados. Recientemente Macron ha hablado sobre el proyecto en una entrevista con el medio Le Parisien en la que ha cargado duramente con los antivacunas, a los que ha calificado de irresponsables y ha criticado su "falta de moral".
"Yo no estoy para cabrear a los franceses" ha dicho el presidente. "Bueno, a los no vacunados realmente quiero hacerles enfadar y lo seguiremos haciendo hasta el final, esa es la estrategia".
El presidente Emmanuel Macron ha criticado duramente la "irresponsabilidad" y "falta de moral" de los antivacunas
Precisamente estas declaraciones han causado la suspensión de la sesión parlamentaria de este martes, en la que se pretendía que fuera aprobado el proyecto de ley. Una buena parte de los diputados han criticado al presidente por sus palabras y los partidos de ultraderecha aseguran que, a pesar de no decretar la vacunación obligatoria, estas restricciones persiguen la imposición de la vacuna.
Francia ha vuelto a registrar un récord en su número de contagios alcanzando los 271.686 casos detectados en las últimas 24 horas. Más de 5 millones de personas siguen sin vacunarse y algunos de ellos tratan de sortear las restricciones del Gobierno mediante el uso de un certificado falso. Los medios hablan de casos de personas ingresadas por Covid que alegaron falsamente estar vacunadas porque contaban con un certificado falso, dificultando al labor de los trabajadores sanitarios. El proyecto de ley también contempla un endurecimiento de las penas para estos casos, con multas de hasta 75.000 euros y cinco años de cárcel.