Con la tasa de infección en continuo aumento, las autoridades sanitarias israelís están valorando un cambio de estrategia para hacer frente a la pandemia. Este cambio de estrategia promovería un “modelo de contagio masivo” de esta nueva variante.
El primer ministro israelí, Naftail Benet, este lunes afirmó que Israel está al borde de una “tormenta de infecciones cuya magnitud aún no hemos visto”, añadiendo la advertencia de que “mucha gente se va a infectar” sin que se pueda hacer nada por impedirlo. “La tormenta sucederá. No podemos evitarlo”, señaló en una entrevista Benet.
Este modelo de “contagio masivo” para enfrentarse al virus no es la primera vez que hace acto de presencia, ya que es el que siguió Suecia en la etapa inicial de la pandemia. Suecia, en un principio, decidió no imponer restricciones severas para la población que no pertenecía a grupos de riesgo con el objetivo de continuar con la vida normal y alcanzar la inmunidad colectiva. Sin embargo, esta estrategia fue un fracaso y forzó al país a cambiar de rumbo.
Hay que tener en cuenta que la situación ha cambiado, ya que el momento en el que Suecia llevó a cabo esta estrategia todavía no estaban disponibles las vacunas contra la covid-19, además de que la letalidad del virus era mayor que la actual.
Debido a la situación en la que estamos actualmente es por la que los expertos del Ministerio de Salud de Israel están meditando este cambio de política, pues, aunque los aumentos de los contagios escalen de forma vertiginosa, este aumento no implica un incremento de los casos severos ni de las hospitalizaciones. Desde las últimas semanas el número de hospitalizaciones en Israel se mantiene en 88 pacientes graves. Además, según las estimaciones de Salud, en dos semanas el 90% de los contagios corresponderán a la nueva variante, una mucho más infecciosa que la delta pero que, aparentemente, provoca síntomas más leves.