La alta demanda de las pruebas rápidas de COVID-19, unido al aumento de casos y a las reuniones navideñas, ha ocasionado la compraventa a través de páginas de segunda mano como Wallapop o Milanuncios, dónde los usuarios revenden test de antígenos e incluso ofrecen el servicio a domicilio.
Pese a que la normativa establece que las pruebas de antígenos son de venta exclusiva en farmacias, la saturación de los hospitales y centros de salud, acompañada del agobio generalizado por las reuniones familiares, han provocado que varias plataformas de venta de productos entre usuarios se conviertan en la única forma de conseguir test en estas fechas.
Las farmacias reciben cada día cientos clientes y llamadas para adquirir antígenos, pero el desabastecimiento es total. La Comunidad de Madrid agotó las más de 700.000 pruebas enviadas en una mañana, lo que muestra la desesperación de la población por conseguirlas. Algunos centros privados están también promocionando la venta en webs de los test de detención rápida.
La escasez ha provocado la inflación del producto que alcanza un precio de diez u once euros, dependiendo del laboratorio y fabricante. La incertidumbre generalizada produce descontento en los individuos, que deriva en enfados. "Cuando les dices que no tienes test algunos se enfadan”, explica un farmacéutico a RTVE, ante la cercanía de las navidades y los viajes a los lugares de origen.
Muchas personas pueden caer en estafas debido a que no todos los test son seguros y homologados
En plataformas de venta como Wallapop o Milanuncios se encuentran reclamos de personas con test extra que venden a un precio mayor estas pruebas. También, hay sanitarios que ofrecen sus servicios para realizar el procedimiento a domicilio. Los científicos advierten de que los test de antígenos dan “una falsa sensación de seguridad” ya que, si no se realiza correctamente, el resultado puede indicar un falso negativo. Incluso, la respuesta negativa no confirma al 100% que no se tenga el virus, que podría estar en una fase inicial, dónde la carga viral no sea lo suficientemente alta para que una prueba rápida lo detecte.