La variante ómicron, desde su irrupción, ponía en alerta a los virólogos de todo el mundo debido a la cantidad de mutaciones contenidas en su genoma, principalmente en la proteína S. En este contexto, las inquietudes de los expertos se trasladaban a las vacunas en plena carrera por la inmunidad global frente al virus. Desde entonces, el interrogante se situaba en si las diferentes inyecciones frente a la Covid extenderían su eficacia para neutralizar una nueva variante con una posibilidad tan alta de mutaciones. La vacuna de Pfizer y BioNTech era una de ellas y gracias a un ensayo preliminar ha empezado a despejar estas dudas con resultados positivos al respecto. El mensaje es de tranquilidad en torno a la solución de Pfizer, pues se ha confirmado que un tercer pinchazo sería suficiente para garantizar la protección frente a ómicron "en cualquier grado de gravedad".