El tren Móstoles-Navalcarnero, que iba a dar servicio a 200.000 personas, entra ya en la lista como uno de los fracasos millonarios en el haber del Partido Popular. Todo comenzó como una apuesta electoral del Ejecutivo de Aguirre hasta que en 2010 la obra quedó abandonada con 8 de los 14 kilómetros de la infraestructura ya ejecutados. Desde entonces, comenzaba un tira y afloja económico y penal de los diferentes Gobiernos regionales populares con la constructora que ganaba el concurso por la línea, la antigua OHL (hoy OHLA). Desde el punto de vista económico, ya bajo el mandato de Cristina Cifuentes se comenzaba a atisbar la importancia del desembolso que estaba por producirse y que al final ha terminado llegando. Mientras, en el frente penal, recaían sobre el expresidente Ignacio González "indicios racionales de criminalidad" por haber cobrado presuntamente una comisión de casi 2 millones de euros en la concesión de las obras.