Según los datos presentados por investigadores sudafricanos del NICD, la variante ómicron tiene una mayor capacidad de esquivar la inmunidad natural que se haya obtenido mediante la infección previa por alguna otra variante. “Este hallazgo tiene importantes implicaciones para la de salud pública, especialmente en países como Sudáfrica, con altas tasas de inmunidad de infección previa”, han apuntado en el informe.
“Creemos que una infección previa no ofrece protección frente al ómicron”, han valorado los científicos en su informe. No obstante, hasta ahora las vacunas sieguen siendo la mejor arma en la lucha contra el coronavirus, pues parecen estar protegiendo frente a pronósticos graves por Covid.
"Aunque se observaron aumentos en el riesgo de infección primaria después de la introducción de las variantes beta y delta, no se había observado un aumento correspondiente en el riesgo de reinfección”, han puntualizado los expertos del NICD. Ahora la pregunta es cuánto de eficaces serán los sueros contra esta nueva cepa.
Stéphane Bancel, director de la farmacéutica Moderna, ha reconocido que la eficacia de su vacuna se ve alterada con la aparición de ómicron, “creo que va a ser un retroceso material. Pero no sé cuánto, porque tenemos que esperar a los datos”, ha asegurado. De hecho esta empresa ha anunciado que tiene personal destinado a desarrollar una nueva vacuna efectiva contra esta variante si fuera necesario, y que podría estar lista a principios de 2022.
Por otro lado, el científico Andrew Pollard, director del Grupo de vacunas de Oxford, se mostró más optimista, “desde un punto de vista de conjetura, tenemos cierto optimismo de que la vacuna [AstraZeneca] debería aún funcionar contra la nueva variante en el sentido de prevenir el desarrollo de una enfermedad grave, si bien tendremos que esperar varias semanas para confirmarlo”, ha asegurado. También ha añadido que es “extremadamente improbable” que en una población vacunada, pueda darse un “retorno de la pandemia como el visto el año pasado”.
“Desde un punto de vista de conjetura, tenemos cierto optimismo de que la vacuna [AstraZeneca] debería aún funcionar contra la nueva variante en el sentido de prevenir el desarrollo de una enfermedad grave, si bien tendremos que esperar varias semanas para confirmarlo"
Los datos en Sudáfrica no son muy alentadores, con un 25% de la población vacunada, el país se encuentra en pleno crecimiento de los casos. De los aproximadamente 300 casos diarios de hace dos semanas, se ha pasado a los 2.273 el lunes de esta semana; al día siguiente, el martes, casi se duplicaron, alcanzando los 4.373 positivos; del mismo modo ocurrió el miércoles, día en que se llegó a los 8.561 casos, hasta llegar a ayer, jueves, que se notificaron 11.500 nuevos positivos.
Estos preocupantes datos hay que cogerlos con precaución, pues todavía está en estudio la eficacia de los sueros contra ómicron. De momento en nuestro país, la tasa de vacunación con pauta completa es del 79,3% sobre el total de población en base al INE. A este porcentaje hay que añadir los menores de 12 años, que se espera que puedan acceder a la vacunación antes de que finalice el año.
Con la capacidad de los sueros frente a la nueva variante todavía en estudio, pero atendiendo a su incuestionable labor frente a la pandemia mundial. La evidencia de que las abismales diferencias de ratios de inmunización son el caldo de cultivo idóneo para nuevas variantes, obliga a hacerse una pregunta, ¿sale rentable tener que actualizar periódicamente la estrategia de vacunación por nuevas mutaciones a raíz de un reparto desigual de las vacunas?