Angela Merkel se despide de su época como canciller tras 16 años a la cabeza de Alemania. El Ejército homenajeó a la todavía líder con una ceremonia militar reservada para los cancilleres, presientes federales y ministros de Defensa en su momento de abandonar el cargo. Se trató de un desfile militar con antorchas en el que sonaron varias piezas musicales, entre ellas el himno nacional y una selección de tres canciones escogidas por Merkel, entre las que destacó el éxito de 1874 de la cantante punk Nina Hagen, Du hast den Farbfilm, un tema muy popular en Alemania y que es considerado una crítica al régimen de la RDA.
Tras 16 años en el poder, Alemania se despedía ayer de la todavía canciller Angela Merkel con el mayor honor que las Fuerzas Armadas puede conceder a un civil. El homenaje, que se celebra cuando abandonan sus cargos el canciller, el presidente federal o el ministro de Defensa, tuvo lugar en la gran explanada del Ministerio de Defensa, en Berlín, y solo pudieron asistir 200 personas como consecuencia de las restricciones por la pandemia.
La ceremonia militar Großer Zapfenstreich, se caracteriza por un desfile militar con antorchas en el que suenan varias piezas musicales interpretadas por el cuerpo musical de la Bunderswehr, incluyendo el himno nacional y tres piezas a elección del homenajeado. En este caso, Merkel escogió una canción de la artista punk Nina Hagen, la balada más famosa de Hildegard Knef y un himno cristiano del siglo XVIII.
Esta selección musical, que no dejó indiferente a nadie, ha sido lo más comentado del homenaje de 45 minutos en el que las Fuerzas Armadas se despidieron de Angela Merkel. Una de sus biógrafos, Ursula Windenfeld, mencionó horas antes del evento que "la selección muestra la agudeza y el humor de la canciller".
La primera pieza que sonó, Du hast den Farbfilm vergessen (Has olvidado la película de color), de Nina Hagen, es considerada como una crítica al régimen comunista de la RDA en el que la canciller vivió durante su niñez y juventud, seguida por otra canción moderna, Fur mich soll’s rote Rosen regnen (Deberían lloverme rosas rojas), de Hildegad Knef. El himno cristiano Großer Gott, wir loben dich (Dios santo, alabamos tu nombre) es una alusión a su educación como hija de un pastor protestante y a su partido político, la Unión Democrática Cristiana (CDU).
"Los 16 años como canciller fueron agitados y, a menudo, muy desafiantes. Me desafiaron política y personalmente"
En su breve discurso, que duró poco más de cinco minutos, hizo un repaso por los principales desafíos a los que se ha enfrentado Alemania durante su etapa como canciller, destacando la gran recesión de 2008 y la crisis migratoria de 2015, terminando con la pandemia. "Los 16 años como canciller fueron agitados y, a menudo, muy desafiantes. Me desafiaron política y personalmente" confesó. "Los dos últimos años de la pandemia en particular han demostrado como una lupa lo importante que es la confianza en la política, la ciencia y el discurso social, pero también lo frágil que puede ser".
La canciller agradeció la confianza de los ciudadanos en ella durante estos 16 años y quiso desear "el mayor éxito" a su sucesor en el cargo, el socialdemócrata Olaf Scholz, que lo ocupará a partir del próximo miércoles. "Lo agradezco de corazón" fueron las palabras con las que finalizó su discurso antes de que sonaran las canciones elegidas por ella.
No tuvo lugar la habitual recepción posterior, también por la situación sanitaria, por lo que tras recibir un ramo de rosas rojo por parte del Ejército, la canciller se marchó con su marido, Joachim Sauer, saludando desde la ventanilla del coche oficial.