El acuerdo presupuestario entre PP y Vox en la Comunidad de Madrid confirman que, en este momento, Isabel Díaz Ayuso es una de las figuras populares con mejor relación con Vox. Las dos formaciones han sacado adelante un acuerdo de 13 medidas con el que ambas parecen satisfechas, en el que, a pesar de que no se hace mención a las leyes LGTBI de 2016, sí se incluye una reducción del gasto político y una auditoría sobre los centros de acogida para menores no acompañados. La situación en la Comunidad contrasta con la que se vive en otras autonomías, en las que los populares se están encontrando con grandes obstáculos para aprobar las cuentas públicas sin el apoyo de Vox.
El pasado martes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció su acuerdo con Vox para sacar adelante sus Presupuestos, que se aprobarán el próximo 22 de diciembre. Los dos meses de negociación con el grupo parlamentario de Rocío Monasterio cristalizan en un acuerdo de 13 medidas de distinto signo e impacto presupuestario que confirman que Ayuso es una de las figuras del PP con mejor relación con los ultraderechistas.
El responsable de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, se ha referido a él como "un gran acuerdo", una opinión que comparte con Monasterio, quien ha señalado que "aunque no cumple todas nuestras expectativas, creo que es un acuerdo satisfactorio para los madrileños, que es de lo que se trata". Ambos grupos han reconocido haber cedido en algunos puntos, pero existe un ambiente general de satisfacción con el texto.
Entre las medidas acordadas para las cuentas no hay ninguna relacionada con las leyes LGTBI, una de las principales exigencias de Vox, que en varias ocasiones ha mencionado la derogación de las normas aprobadas en 2016. Pero el Gobierno de Ayuso se niega, tal y como evidenció Lasquetty al afirmar que "no las vamos a derogar bajo ningún concepto, sino que se abre la opción de modificarlas para mejorarlas”.
El acuerdo incluye también una reducción del gasto político que se manifiesta en dos puntos: una reducción de 10 millones de euros en los gastos de “estructura y el funcionamiento” del Ejecutivo y un 10% del presupuesto de Telemadrid. Además, el Gobierno se ha comprometido a realizar auditorias relacionadas con los centros de acogida de menores extranjeros no acompañados y sobre las subvenciones públicas concedidas por la Comunidad en los últimos años.
Tanto PP como Vox han decidido bloquear todas las enmiendas, tanto totales como parciales, de los partidos de la izquierda, una decisión con la que no están conformes desde Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos, que se ven privados de su capacidad de enmienda.
Estos son los primeros Presupuestos que el equipo de Ayuso logra sacar adelante después de tres años. Durante el primer año de mandato, no lo consiguieron por la inestabilidad política a nivel nacional y el año pasado por una falta de entendimiento con el propio Gobierno regional.
Estos son los primeros Presupuestos que el equipo de Ayuso logra sacar adelante después de tres años
El contexto en el que llega este acuerdo llama la atención por las tensas relaciones entre ambos partidos en otros círculos. El mismo día que se anunció el acuerdo, en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, gobernado por José Luis Martínez-Almeida, se bloqueaba la negociación de los Presupuestos para 2022 de la capital. El alcalde de Madrid acusó al portavoz de Vox, Javier Ortega Smith de "secuestrar a los madrileños" al negarse a negociar y de estar chantajeando con sus votos al equipo municipal.
La situación en Andalucía tampoco es mejor. El presidente Juanma Moreno sufre su primera derrota tras el abandono de Vox, con quien sí pudo pactar en años anteriores. En Castilla y León, el presiente Alfonso Fernández Mañueco se enfrenta a una enmienda a la totalidad de las cuentas públicas presentada por el grupo de extrema derecha. Para que estas salgan adelante deberá convencer al grupo parlamentario Por Ávila de que los apoyen, junto a ellos y Ciudadanos obtendría los votos necesarios.
La relación entre los líderes nacionales también se aleja de la que mantiene el Ejecutivo de Ayuso con Vox. Desde la moción de censura contra el presidente Sánchez presentada por la extrema derecha, no hay duda de que Pablo Casado y Santiago Abascal se han distanciado, aunque no se haya terminado de romper la alianza natural.