Desde que se conoció el fallecimiento de Almudena Grandes, las condolencias, despedidas y elogios a su persona y obra no han dejado de sucederse. Personalidades políticas, del mundo cultural y social han lamentado el triste desenlace del cáncer que padecía la autora de ‘Las Edades de Lúlu´.
Una de las primeras personalidades políticas que ha lamentado la defunción de la escritora ha sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que a través de su cuenta de Twitter ha enviado un abrazo a su familia y seres queridos. Sánchez ha asegurado que con el fallecimiento de Almudena, “perdemos a una de las escritoras referentes de nuestro tiempo”.
De hecho, con esas palabras empezaba su Tribuna para el diario El País. “Una narradora tenaz y muy valiente, una lectora insaciable y una ciudadana comprometida”, así la ha definido el Presidente en su texto.
Desde el Ejecutivo, la Vicepresidenta y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha mostrado su tristeza por la partida de la creadora de los, ahora huérfanos e incompletos, ‘Episodios de una guerra interminable’. “No hay palabras para retratar este dolor, no hay palabras para decirle adiós a Almudena Grandes”, ha dicho en un tuit la Ministra, “ella representó la conciencia, la valentía, el coraje de vivir y contarlo” ha finalizado.
También desde la oposición, se ha dejado escuchar el líder del Partido Popular, Pablo Casado, que ha trasladado sus condolencias por la pronta pérdida a su marido, Luis, y al resto de su familia. También han sido sonoros los silencios del Alcalde de Madrid y de la Presidenta de la Comunidad, que han sido duramente criticados por la oposición regional de Madrid. Aunque Almeida ha asegurado esta mañana que acordará con la oposición la forma de homenajear la autora.
En estos días, se ha hecho viral en redes el pregón de Almudena Grandes en las Fiestas de San Isidro de 2018. “Nadie de mi familia había llegado tan lejos desde que, en 1932, mi tía abuela, Camila Rodríguez fue elegida Miss Chamberí en la verbena del Carmen", decía desde el balcón del ayuntamiento.
Desde “el Madrid que amo, un caos misteriosamente ordenado”, tal y como decía en su pregón, ha nacido la iniciativa de ir este lunes a las 11 de la mañana al cementerio civil, donde está enterrada la autora, con un libro de su prolífica obra. Para que sus lectores puedan dar un último adiós a la pluma que retrató la historia de los perdedores.