Los primeros casos de la nueva variante del coronavirus, bautizada como Ómicron, ya se están empezando a detectar en Europa. Por ahora se han confirmado casos en Alemania, Portugal, Holanda, Bélgica, Italia, Dinamarca, Austria y Reino Unido, aunque otros países mantienen en observación a potenciales infectados. La cepa detectada en el sur de África presenta un riesgo mundial "muy alto" según ha señalado la OMS y podría tener "consecuencias muy graves" por su dificultad para ser detectada. A pesar de todo, la científica sudafricana que la detectó por primera vez asegura que los síntomas son más leves que los de la variante original y que la mayoría de los infectados están siendo tratados en sus hogares.
Ya se han detectado los primeros casos en Europa de la nueva variante B.1.1.529 del coronavirus. Alemania, Holanda, Bélgica, Italia, Dinamarca, Austria y Reino Unido han confirmado la presencia de esta nueva cepa, bautizada como Ómicron (B.1.1.529) por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que fue detectada por primera vez en Sudáfrica durante este mes de noviembre. Recientemente Portugal ha confirmado la detección de trece casos en los jugadores del equipo de fútbol del Belenenses y las autoridades francesas han alertado también de 8 posibles casos de contagio en el país, que de momento se mantienen en observación. En las próximas horas podría informarse de los primeros casos en España.
Otros países como Canadá, Australia o Hong Kong también han detectado casos de viajeros infectados y en Estados Unidos las autoridades ya asumen que el virus está circulando por el territorio. En España, desde este lunes los viajeros que lleguen desde zonas de alto riego -esto son principalmente los países del sur de África- tendrán que pasar diez días de cuarentena.
El grupo de expertos de la OMS ha calificado la variante Ómicron como una "variante de riesgo" y ha indicado que es más contagiosa y algunas de las mutaciones detectadas tienen una mayor capacidad de transmisión. "Ómicron tiene un número sin precedentes de mutaciones de pico, algunas de las cuales son preocupantes por su impacto potencial en la trayectoria de la pandemia" advierten desde la Organización.
El epidemiólogo estadounidense Eric Feigl-Ding también se ha pronunciado sobre la nueva cepa, subrayando que su capacidad infecciosa es "potencialmente un 500% mayor, según los primeros datos" que la Covid 19 tradicional.
El epidemiólogo estadounidense ha añadido que las restricciones de viaje que aplican los países ahora "podrían llegar demasiado tarde". En el caso detectado en Bélgica, por ejemplo, el viajero infectado no provenía de Sudáfrica, lo que indica que "el virus definitivamente ha escapado de la región sin ser detectado", según Feigl-Ding.
Según Eric Feigl-Ding, la capacidad infecciosa de la variante Ómicron es "potencialmente un 500% mayor" que la Covid 19 original
Una de las características de esta variante que más preocupa es su gran dificultad para ser detectada. En el caso de un viajero que voló desde Sudáfrica a Hong Kong, el virus no fue detectado hasta el cuarto día de cuarentena y después de un segundo test PCR. Además, este caso provocó la infección de otra persona que se encontraba en aislamiento en una habitación propia y en ese caso el positivo no se dio hasta el octavo día de aislamiento, tras haberse sometido a cuatro pruebas PCR. Ambos estaban vacunados con Pfizer.
A pesar de todo, la doctora sudafricana Angelique Coetzee, la primera en detectar la variante, ha explicado que los síntomas de esta nueva cepa son "muy diferentes y más leves de los que había tratado antes" y ha pedido que no cunda el "pánico innecesario" ante la nueva variante. Coetzee describe como síntomas "el dolor muscular y el cansancio durante uno o dos días de malestar", en cualquier caso son síntomas "muy débiles" y "casos leves".
La mayor preocupación que esta nueva variante presenta para la comunidad científica es que presenta una amalgama de más de 30 mutaciones que, hasta ahora, no se habían observado juntas en ninguna otra cepa.