La socialdemócrata Magdalena Andersson, que este miércoles se convertía en la primera mujer en convertirse en primera ministra en Suecia de la historia, ha decidido abandonar el cargo unas horas más tarde de su nombramiento después de que sus Presupuestos no salieran adelante y perdiera el apoyo de los Verdes. Andersson ha declarado que no quiere "liderar un gobierno en el que se pueda cuestionar su legitimidad" y que "un gobierno de coalición debería dimitir si un partido decide salirse del gobierno". La negativa a los presupuestos de los socialdemócratas obligaba al Gobierno a gobernar con los presupuestos de la oposición, que sí habían conseguido el apoyo necesario, algo con lo que no está de acuerdo el Partido Verde de Suecia y la razón que los ha llevado a abandonar la coalición.
Este miércoles el Parlamento eligió a Magdalena Andersson como primera ministra de Suecia, convirtiéndose en la primera mujer en dirigir el Gobierno en la historia del país. Sin embargo, poco duró la celebración, ya que apenas siete horas más tarde de su nombramiento, Andersson anunciaba su dimisión tras perder el apoyo de uno de sus socios de la coalición. "Un gobierno de coalición debería dimitir si un partido decide salirse del Gobierno" ha declarado.
Por la mañana, Andersson se convirtió en primera ministra con 117 votos a favor, 174 en contra y 57 abstenciones. Según la ley sueca, el número de votos en contra debe ser superior a la suma de los otros dos para que se rechace el nombramiento.
Esa misma tarde el Parlamento tumbó el proyecto de Presupuestos del Gobierno tras la abstención a última hora del Partido de Centro, que se había comprometido a apoyar el texto. Sin embargo, el martes anterior a su nombramiento, Andersson consiguió cerrar un pacto con el Partido de Izquierda Socialista, que prometió apoyarla en el Parlamento a cambio de una mejora de las pensiones más bajas. Fue este acuerdo el que motivó la abstención de los centristas en la votación de los presupuestos. La líder del Partido de Centro, Annie Lööf, ya había asegurado que no los apoyaría si se negociaban con la Izquierda Socialista.
Finalmente, en la jornada parlamentaria del miércoles se aprobó la propuesta presupuestaria de la oposición conservadora, en cuya elaboración ha participado el partido ultraderechista Demócratas de Suecia (SD). Este cambio en los acontecimientos obligaba al Ejecutivo a gobernar siguiendo estos presupuestos, lo que ha provocado la decisión del Partido Verde de salir del Gobierno al asegurar que "no nos podemos sentar en un Gobierno con un presupuesto negociado por los Demócratas de Suecia".
Andersson había dicho que no renunciaría a gobernar en minoría si sus presupuestos eran rechazados, pero los Verdes ya habían asegurado que reconsiderarían su apoyo al Gobierno si el proyecto de la ley de finanzas no salía adelante. El viceprimer ministro de Suecia, del Partido Verde, Per Bolund, explicó que el cambio en su decisión de apoyar a Andersson “depende del voto de los presupuestos” y señaló que “estamos sorprendidos e indignados por los actos del partido del Centro”.
"No quiero liderar un gobierno en el que se pueda cuestionar su legitimidad. Un gobierno de coalición debería dimitir si un partido decide salirse del gobierno"
La crisis política ha llevado al presidente de la Cámara, Andreas Norlén, a anunciar una reunión con los líderes de los ocho partidos para decidir qué pasos tomar ahora. La decisión se hará pública en la tarde de este jueves 25.
Los verdes han confirmado que, en caso de que haya una nueva votación para elegir primer ministro, mantendrán su apoyo a Andersson, por lo que podría volver a ser elegida si no pierde ningún otro apoyo. Magdalena Andersson es ministra de Finanzas desde 2014, con el gobierno de centroizquierda de Stefan Löfven, y es una de las figuras políticas con mejor imagen en el país nórdico.