El Volcán de La Palma sigue activo y sin señales de debilitamiento. La última hora es la creación de una nueva fajana al llegar otra colada al mar, que ha provocado el confinamiento de varios municipios de la zona. Los destrozos siguen aumentando lo que provoca auténticos dramas humanos.
Este lunes una tercera colada del volcán Cumbre Vieja ha acabado en el mar, creando una nueva fajana ante el asombro de los expertos. Debido a ello, se ha ordenado el confinamiento de alrededor 3.000 personas de las localidades de Tazacorte, San Barondón y la zona entre el Cardón y Palomares, por los gases generados al entrar la lava en contacto con el mar.
Los expertos están analizando la calidad del aire para tomar futuras decisiones. "En cuanto tengamos un conocimiento exhaustivo de los gases que hay y la distancia a la que se propagan podremos levantar o no el confinamiento domiciliario", señaló el portavoz de Pevolca, Miguel Ángel Morcuende.
Desde Pevolca recomiendan a los habitantes de las zonas afectadas el empleo de mascarillas FFP2 y ruegan a la población de riesgo que salgan a la calle lo menos posible. También, aconsejan el cierre de puertas y ventanas de las casas, además de desconectar los sistemas de ventilación y calefacción, con el objetivo de estar en contacto lo menos posible con esos gases.
Uno de los indicadores para anticipar el transcurso de la erupción es el dióxido de azufre, pero los científicos señalan que todavía es pronto para sacar conclusiones. No ocultan su sorpresa ante la llegada de la lava al mar, la cual esperaban que llegase algo más tarde. Esta incertidumbre respecto a la calidad del aire ha provocado también que el aeropuerto de La Palma se mantenga cerrado, cuya situación dependerá de la evolución en las próximas 48 horas.
La superficie ocupada por la lava supera ya las mil hectáreas y hay casi 1.500 edificaciones dañadas desde el inicio de la erupción. Por el momento, hay medio millar de evacuados reubicados en hoteles de Fuencaliente y Los Llanos de Aridane.