El Gobierno estadounidense ha conseguido alcanzar un acuerdo bipartidista para sacar adelante el proyecto de Ley de Infraestructuras del presidente Joe Biden. En total, se destinarán 1,2 billones de dólares para reconstruir y mejorar la infraestructura del país, después de que el presidente se viera obligado a reducir a más de la mitad su propuesta inicial de invertir 2,25 billones de dólares para obtener el apoyo de un sector republicano. Se trata de uno de los mayores logros de la Administración Biden desde su llegada a la Casa Blanca, y llega en un momento señalado por la gran pérdida de apoyos que sufre el Gobierno.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha logrado firmar un proyecto de Ley de infraestructuras de 1,2 billones de dólares con el apoyo de un sector republicano en la Cámara de Representantes. El proyecto supone un logro histórico en un momento marcado por profundas divisiones políticas en el país, ya que se trata de un acuerdo bipartidista que cuenta con el apoyo de trece republicanos y la negativa de seis demócratas. De hecho, a la ceremonia en el Jardín Sur de la Casa Blanca han asistido gobernadores y alcaldes de ambos partidos, así como líderes sindicales y empresariales.
En su discurso, el presidente ha asegurado que este proyecto demuestra que "los demócratas y republicanos pueden unirse y obtener resultados". La ley constituye uno de los mayores éxitos de Biden desde su llegada a la Casa Blanca y ha querido referirse a ella como "un paso monumental para reconstruir" la nación, según recoge la cadena CNN.
En un comunicado de la Casa Blanca se explica que estos fondos servirán para "reconstruir" la clase media estadounidense, creando millones de nuevos empleos y actuando sobre las principales infraestructuras del país, como programas de suministro de agua y energía, la implementación de internet de alta velocidad o la mejora del transporte público. El proyecto será gestionado por el exalcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, que fue nombrado este fin de semana como asesor principal de la Casa Blanca.
De estos 1,2 billones de dólares, solo 550.000 millones se destinarán a nuevos gastos, puesto que el plan recoge algunos proyectos ya previstos
El paquete sigue siendo una de las mayores inversiones en infraestrutura de Estados Unidos desde la crisis de 2008, pero se aleja sustancialmente de los 2,25 billones de dólares que anunció Joe Biden el pasado mes de marzo. Además, de estos 1,2 billones de dólares, solo 550.000 millones se destinarán a nuevos gastos, puesto que el plan recoge algunos proyectos ya previstos.
El anuncio llega en un momento marcado por la gran pérdida de apoyos del presidente. Una nueva encuesta publicada por ABC en colaboración con The Washington Post apunta que el 41% de los encuestados está a favor de la gestión de Biden, mientras que un 53% desaprueba de ella. Desde el Partido Demócrata confían en que el acuerdo bipartidista sirva para impulsar el apoyo político del presidente y como una demostración de que el Gobierno puede volver a funcionar. Un impulso que la formación necesita de cara a las elecciones de medio término del año que viene tras el fracaso en los comicios para gobernador de Virginia.