A lo largo de esta semana tendrán lugar las negociaciones en el Consejo Europeo que sentarán las bases para la política de seguridad y defensa de la Unión Europea durante la próxima década. Las decisiones se tomarán en base a la Brújula Estratégica, un documento que busca aumentar la capacidad militar de la UE para asegurar su supervivencia en el escenario internacional, en el que las amenazas son cada vez mayores y la hostilidad de los Estados aumenta. Entre las propuestas del texto se recoge la creación de una fuerza de intervención con capacidad de actuación ante cualquier amenaza y compuesta por hasta 5.000 soldados de todo el territorio. Si se cumple con el calendario previsto, esta unidad podría estar operativa a partir de 2025.
Por primera vez en la historia de la Unión Europea, las instituciones se plantean organizar a partir de 2023 maniobras militares que potencien su capacidad de actuación en las zonas de conflicto cercanas. Bruselas considera que la militarización de la UE es imprescindible para su supervivencia en la escena internacional actual, que se presenta cada vez más inestable y amenazante.
Esta semana se desarrollan las negociaciones entre los ministros de Exteriores y de Defensa de los países miembros para establecer la orientación geoestratégica de la Unión para los próximos diez años. El debate tendrá lugar en base al texto de la Brújula Estratégica, un documento que promueve un aumento de la capacidad militar de la UE con el objetivo de disponer de la fuerza necesaria para "promover su visión y defender sus intereses". El Alto Representante en Política Exterior y Seguridad de la UE, Josep Borrell, presentó la iniciativa ante la Comisión Europea la semana pasada. Las negociaciones en el Consejo se complementarán con un almuerzo de trabajo con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
La iniciativa defendida por Borrell pretende ampliar el concepto del batallón europeo, un sistema que ya existe en la UE y que permitiría la movilización de hasta 1.500 militares de todos los países miembros. En la práctica, este batallón nunca se ha utilizado por una falta de voluntad política, recursos financieros y de entrenamiento conjunto de los soldados.
La fuerza de intervención que recoge el documento estaría formada por hasta 5.000 militares y podría estar operativa a partir de 2025
"Este no es el mundo que los europeos hemos elegido o que preferimos, pero es el que tenemos que afrontar" indica el texto que guiará la política exterior y de defensa de la Unión. "A partir de 2023 organizaremos de manera regular maniobras, incluidas maniobras navales", prevé la Brújula Estratégica.
Las negociaciones sentarán las bases para la creación de una fuerza de defensa con la capacidad de actuar si fuera necesario. La fuerza de intervención que recoge el documento estaría formada por hasta 5.000 militares y podría estar operativa a partir de 2025, si se cumple con el calendario previsto. A partir de este momento, las maniobras pasarán de ser controladas por unidades nacionales al control total de la unidad del Estado Mayor de la UE, creada en 2017 con vocación de convertirse en un auténtico cuartel general. Hasta ahora, esta unidad solo ha asumido el mando de misiones no bélicas en terceros países.
La propuesta recoge la realización de "maniobras de manera regular para fortalecer nuestra asistencia mutua en caso de agresión armada" y la financiación conjunta de las operaciones a partir de 2023, destinando una parte del presupuesto comunitario a esta fuerza. El texto detalla también que la unidad tendrá capacidad de actuación además frente a amenazas híbridas, cibernéticas o desde el espacio.
La creciente hostilidad de los países en el marco de la sociedad internacional y el repliegue de Estados Unidos como principal defensor y guardián de los intereses de Occidente ha fortalecido la cooperación militar en la UE. “El regreso a una política de poder es el cambio más significativo en las relaciones internacionales después de tres décadas de una fuerte interdependencia económica que se suponía que había reducido las tensiones”, señala el proyecto de Brújula Estratégica de la UE.
La adopción de la propuesta, que busca “desarrollar una Unión Europea que actúe como proveedor de seguridad” de forma complementaria a la OTAN está prevista para marzo de 2022.