A semejanza del protagonista de la novela del escritor checo Milan Kundera cuyas dudas existenciales se convierten en conflictos sexuales y afectivos, las dudas existenciales de los partidos a la izquierda del PSOE se convierten en conflictos ideológicos y en luchas de egos. "Otras Políticas", podríamos llamarlo otra carta a los Reyes Magos y podría convertirse en un nuevo amago de "dividir aún más" a las izquierdas que se sitúan a la izda del Psoe.
A diferencia de los seres humanos y que, como apunta el escritor checo en sus reflexiones, existen verdades que son obvias pero se suelen pasar por alto: “El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores”. Los hombres y mujeres siempre vivimos a tientas y por eso repetimos errores, pues tenemos derecho a equivocarnos puesto que nadie tiene una manual que refleje la forma correcta de vivir. Aprendemos a vivir a medida que vivimos y, mientras, lo ideal sería disfrutar ya que solo tenemos una vida.
Sin embargo, para las formaciones políticas este razonamiento lógico no se debería de cumplir, puesto que la existencia de los partidos excede la duración de la vida de sus componentes y, sobre todo, la de sus dirigentes. Los diferentes líderes de las formaciones políticas deberían, y para mí esto tendría que ser una cuestión irrefutable, aprender de los errores pasados cometidos por sus antecesores. La experiencia es un grado, nunca un tópico ha sido más cierto.
OTRAS POLÍTICAS, OTRO CUENTO
Aunque a primera vista el acto “Otras Políticas”, organizado en Valencia por la vicepresidenta de la Comunidad valenciana, Mónica Oltra, que ha conseguido juntar en dicho acto, a las representantes políticas más destacadas de las izquierdas “transformadoras”: A Yolanda Díaz, Vicepresidenta Segunda del Gobierno de España y Ministra de Trabajo y Economía Social, a Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, a Mónica García, dipùtada por Más Madrid, y a Fátima Hamed, cabeza visible del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía en Ceuta, pudiera ser “el comienzo de algo que va a ser maravilloso”, como ha afirmado la vicepresidenta segunda del Gobierno, la experiencia, mi experiencia, me dice que otra vez la tan manida y a mi entender tan necesaria unión de la izquierda se volverá a diluir en las buenas palabras, en las buenas intenciones y… otra vez, en la lucha de egos y de los cálculos electorales.
Pienso que no existe un problema político más importante en este momento que la necesidad de formar un frente común para evitar el auge de los partidos de la derecha y ultraderecha en España, que si consiguieran ganar las próximas elecciones, estos si lo tienen claro, el PP y Vox llegarían rápidamente a un acuerdo de gobernabilidad. Todos sabemos que son el mismo perro con diferentes collares, que de facto, implicaría un cambio de paradigma social volviendo a un modelo de sociedad ultraconservador neo franquista que ya creíamos desfasado y superado.
Una izquierda dividida y con los electores desmotivados no sería capaz de ofrecer una alternativa seria a esta amenaza de alianza de gobierno entre una “mafia política" y un partido neofascista. La larga historia de la división de la izquierda ya se manifestó claramente durante la guerra civil: mientras las derechas formaron un frente común, las izquierdas no olvidaron ni siquiera en esos momentos las luchas entre comunistas, anarquistas y socialistas. Y así nos fue. En la actualidad, pese a la existencia de un partido como VOX, que en teoría ha divido el voto de derechas, el Partido Popular sigue siendo capaz de reunir bajo las mismas siglas a liberales, democristianos, conservadores, franquistas y, ateos y católicos, honestos y corruptos. La izquierda por su lado, sigue fragmentada en una miríada de partidos, mareas y frentes con sus respectivos y, la mayoría de las veces, egolátricos líderes, división que se refleja también, por desgracia en la izquierda en la Unión Europea.
Me temo, que el acto “Otras Políticas”, que en principio pudiera ser un pequeño paso hacia la unidad de la izquierda a la izquierda del PSOE, se va a quedar únicamente en visibilizar la fragmentación de la formaciones de la izquierda más utópica, que se auto adjudican la denominación de “verdadera izquierda”-
Lo que a primera vista, y dentro del pragmatismo que un partido de gobierno como el PSOE debe de hacer gala, el acto en que las cinco dirigentes de las izquierdas, radical y nacionalista, en Ferraz podrían pensar como algo positivo en la dirección de aportar estabilidad al gobierno de coalición progresista entre PSOE y Unidas Podemos en el corto plazo, en mi opinión sería darse un tiro en el pie, una vez más.
Mucho me temo, ojalá me equivocará, que si estas dirigentes consiguieran a llegar a acuerdos posibilistas y en los que sus respectivas ideologías y egos quedasen aparcados, situación en la que no confío demasiado, lo único que podría ocurrir es que se generase un trasvase de los votos de la izquierda del PSOE hacía este hipotético frente unido de izquierdas, y posiblemente también, que muchos votantes del PSOE con perfiles más centristas pudieran tender a abstenerse o a votar a la derecha por miedo un gobierno de izquierdas demasiado radical.
No podemos olvidar que según los diferentes estudios demoscópicos que se hacen en España sobre el perfil ideológico (en una escala del 1 al 10 en donde el 1 representa a la izquierda más radical y el 10 a la ultraderecha) del votante del PSOE, la representatividad socialista adquiere mucha ventaja en el segmento 4 (izquierda moderada) teniendo la mayoría de afinidad ideológica en este segmento al contrario de los votantes del resto de partidos de izquierda que esta entre el 2 y el 1.
Esto significa que pudiera suceder que hubiese un trasvase de votos del PSOE hacia la derecha por miedo a un gobierno radical de izquierdas y por la aceptación de los discursos de líderes populistas y demagogas que en pleno auge en las encuestas como Isabel Díaz Ayuso parece ser que calan en cierto tipo de ciudadanos y ciudadanas.
Observaremos con mucha atención los próximos acontecimientos, pero me temo que la insoportable levedad del ser en la izquierda mal llamada “transformadora” nos puede llevar, otra vez, con estas "Otras Políticas" a la endémica división de la izquierda y a la pérdida del gobierno a medio/largo plazo.