Las mujeres no somos menos competitivas que los hombres. Dos investigadoras asociadas a universidades estadounidenses, han realizado un estudio que así lo demuestra. La brecha de género en el entorno laboral ha existido y aún pervive en la actualidad. Pero se debe a que la sociedad es patriarcal y privilegia al varón en detrimento de la mujer. El estudio, realizado por Mary L. Rigdon, directora asociada del Centro de Filosofía de la Libertad de la Universidad de Arizona (UArizona), y Alessandra Cassar, profesora de economía de la Universidad de San Francisco, se publica en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. En él demuestra, que la mujer es competitiva y competente, pero lo manifiesta de forma más inteligente y menos ostentosa.
La falsa mayor competitividad masculina, se ha basado hasta ahora, en una justificación vacía y fácil de desmontar. Ya que no se sustenta ni se para a abordar las razones reales por las que existe un porcentaje muy bajo de mujeres en los puestos de mayor rango. El estudio de las investigadoras norteamericanas, Mary L. Rigdon Rigdon y Alessandra Cassar, filósofa y economista respectivamente de las universidades de Arizona y San Francisco, ha sacado a la luz la certeza de que "las mujeres somos tan competitivas como los hombres pero lo demostramos de forma más inteligente". Y sobre todo con posiciones menos narcisistas y vanidosas.
El estudio indaga para comprender el trasfondo de la brecha de género. Las investigaciones arrojan un dato demoledor y, es que, "las mujeres en Estados Unidos tienen que trabajar casi tres meses más para cobrar anualmente lo mismo que su compañero varones" con las mismas cualificaciones. Ante esta realidad se habla de diversas teorías como las de la existencia de diferencias de género en ciertas habilidades o la de la discriminación por patentes. No obstante, Rigdon y Cassar apuestan por una de reciente aparición, "y han estudiado a fondo si las mujeres son menos competitivas y están menos dispuestas a asumir riesgos que los hombres, lo que ha demostrado que no es real".
Las mujeres sí son competitivas, pero prefieren compartir sus ganancias
También es una realidad que las mujeres representan alrededor del 8% de los directores generales que dirigen las empresas de la lista Fortune 500. Se trata de un porcentaje muy poco significativo en comparación con los hombres, pero que desmonta la teoría de que ellas no son competitivas. Algo que ha terminado de confirmar el estudio con 238 participantes escogidos al azar de Rigdon y Cassar. En total, tres rondas para comprobar cómo la estructura del mercado, la información y los incentivos influían en su comportamiento.
Precisamente, cuando entraron en juego los incentivos se demostró que las mujeres son más competitivas cuando tienen la posibilidad de compartir sus ganancias, mientras que los hombres no ven tan clara esta opción, aunque también fuera la más elegida por los participantes. Un resultado que indica que las mujeres son más proclives a querer competir en un contexto donde las ganadoras pueden decidir cómo repartir el pastel entre el resto de participantes. Diferente incentivo social, pero misma competitividad para las mujeres que desmontan así la tradicional teoría de la brecha de género.