El robo, perpetrado por una mujer y un hombre que se alojaban en el hotel, tuvo lugar sobre la 1.30 horas de la madrugada. Los ladrones pidieron cenar, aunque las cocinas estaban cerradas. Pero "en ese afán que tenemos siempre de agradar", explica José Polo, propietario de Atrio junto al chef Toño Pérez, un empleado abandonó su puesto para preparales algo. Este momento fue aprovechado por la pareja para bajar a la bodega sin forzar las cerraduras, por lo que intuyen que han utilizado medios electrónicos muy sofisticados.

Polo ha expresado la "desolación" que sienten desde el restaurante, galardonado con dos estrellas Michelín, tres Soles Repsol y considerado como una de las mejores bodegas del mundo, calificando a este suceso como "de película". Polo reconoce que "ha sido una operación de una limpieza extraordinaria" de la que no puede dar más detalles porque aún se encuentra la investigación en curso.

El propietario afirma que han robado parte de la historia del establecimiento, "de una forma tan pulcra" que les lleva a pensar que ha sido "un encargo". "Han ido a por lo que más valor tenía esta bodega: los Romanée Conti, que hay 3.500 botellas por año; no hay más. Es una tarea ardua conseguir tener esas botellas en nuestra bodega", declara. Este vino tiene un precio medio de 12.000 euros en la carta de Atrio y uno de ellos, el Montrachet Grand Cru 1999 Magnum, alcanza la cifra de 25.500 euros. Aunque explica que "lo más doloroso ha sido perder el Chateau d'Yquem de 1806", que aparecía en la carta del restaurante por un valor de 150.000 euros. "Realmente nunca la vendería. Es parte de la historia de esta casa, de la historia de Cáceres; nosotros solo éramos los depositarios", confiesa Polo.

Ahora, desde el establecimiento aseguran que el hueco donde se encontraba el Chateau d'Yquem de 1806 "va a seguir vacío, y contaremos la historia de lo que nos ha pasado" porque "este robo forma ya parte de la historia de Atrio".