Las formaciones políticas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Euskal Herria Bildu (EH Bildu) se muestran distanciados del sí al Gobierno para dar luz verde a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022. Los que fueron respaldo el año pasado, ahora no descartan proponer un proyecto alternativo total. Será la próxima semana cuando se proceda a iniciar las comparecencias de los 92 altos cargos procedentes de todos los departamentos del Gabinete, que se encargarán de justificar en las comisiones de la Cámara baja las partidas económicas propuestas.
Por un lado, PNV y ERC han manifestado abiertamente la dificultad de las negociaciones entre las formaciones y el Ejecutivo central, además de la falta de contactos serios y de intercambio de documentación. Así, han alertado de que su "voto a favor no está asegurado".
EH Bildu se encuentra en una posición más compleja. Pese a que fuentes del grupo parlamentario de EH Bildu en el Congreso declaran que las negociaciones entre el Gobierno y la formación vasca “siguen su curso como hasta ahora, con total normalidad”, las polémicas palabras que esta semana hacía el coordinador de Bildu, Arnaldo Otegi, acerca de un supuesto apoyo al proyecto presupuestario a cambio de la salida de etarras presos de las cárceles, han distanciado notablemente las posturas. “Tenemos a 200 dentro. Y esos 200 tienen que salir de la cárcel. Si para eso hay que votar los Presupuestos, pues los votaremos”, sentenciaba Otegi en un acto en Eibar (Gipuzkoa).
Sin embargo, desde el Gobierno central afirman que en el debate acerca de los Presupuestos no entra la discusión acerca de la salida de presos vinculados al terrorismo etarra o a posibles beneficios penitenciarios, sino que se centrará en “mejoras sociales y económicas”.
Exigencias de cara a los PGE
ERC supone, según afirma el Gobierno de coalición, la formación con la que se mantiene mayor distancia de cara a la aprobación de los PGE para 2022. La formación catalana, junto con el PNV, ha expuesto en los últimos días su descontento con "la actitud" de varios ministros y del PSOE dando por seguro su apoyo y subrayan que "ese comportamiento no ayuda”. En ERC se sitúan en “alerta máxima”, pero dispuestos a hablar ante el calendario in extremis que presentan los PGE actualmente.
EH Bildu, que se reunió en Madrid para ratificar las prioridades del partido vasco frente a los parlamentarios, expuso como pilares fundamentales de su respaldo a la derogación de la reforma laboral y proyectos concretos con conquistas sociales para diversos colectivos en Euskadi. Así, la formación de Otegi detalló que esas partidas se deben negociar entre Gobierno y Bildu, con el fin de que la opción abertzale se convierta en una propuesta útil no solo en el País Vasco, sino también en el Congreso de Madrid.
Por su parte, el PNV ha señalado que no cuentan con "ningún acuerdo y la posibilidad de tramitar por nuestra parte una enmienda a la totalidad de los Presupuestos está encima de la mesa". Así, el partido vasco ha remitido a varios ministros su agenda de cara a las reclamaciones presupuestarias aún pendientes desde el año pasado, que incluyen a transferencia de la gestión del Ingreso Mínimo Vital o la llegada del tren de alta velocidad a Vitoria y Bilbao. Asimismo, Aitor Esteban, portavoz del PNV, ha recordado al PSOE la escasez de información que reciben.