Tras tres intensos días de Congreso Federal, los más de mil delegados y delegadas que participaron en el cónclave socialista cerraron su renovada ponencia marco que supone un refuerzo de su proyecto socialdemócrata y eligieron a sus nuevos órganos de dirección con un amplio e histórico respaldo. La Comisión Ejecutiva Federal fue ratificada con el voto del 95% de los representantes y el Comité Federal contó con un respaldo del 94,16%.
La jornada de apertura del 40 Congreso del PSOE estuvo marcada por una foto histórica, la que ofrecieron cuatro secretarios generales de los socialistas delante de una enorme foto del quinto, fallecido hace dos años. Felipe González, Joaquín Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Sánchez posaron ante una instantánea de Alfredo Pérez Rubalcaba y protagonizaron un simbólico reencuentro entre el pasado el presente y el futuro del Partido Socialista Obrero Español.
La posición de fuerza del PSOE, con el Gobierno de la nación, así como los gobiernos de nueve autonomías y de cientos de alcaldías convirtió el cónclave socialista en una auténtica fiesta, nada que ver con lo que ocurrió en el 39 Congreso cuando venían de sufrir una auténtica catarsis que apunto estuvo de romper el partido de manera definitiva. Esta vez, Pedro Sánchez no tuvo rival alguno, pero en su posición de ventaja aprovechó para coser las heridas del pasado e integrar de manera definitiva a todo el partido, a todas las federaciones, a todos los dirigentes sin importar a quién apoyaran en el pasado. Para Sánchez esta es la mejor manera de preparar a su formación para un ciclo electoral, el del 2023, que se presenta durísimo y en el que el PSOE pondrá en juego todo su poder, con la aspiración de retenerlo, aunque a nadie se le escapa que esta será una tarea muy complicada.
El Congreso sirvió para aprobar su nueva ponencia marco en la que no hubo mucho problema. Se debatieron más de 6.000 enmiendas en las distintas comisiones y se acordó casi todo. En el centro del debate estuvieron cuestiones ya históricas en el seno del PSOE como el debate entre monarquía o república, que se cerró con una alusión a la histórica apuesta socialista por la República, pero que también se incluyó el apoyo a la actual monarquía parlamentaria. Y también tuvo bastante debate las enmiendas feministas, con la actual ley trans en el fondo del debate.
Pero, a grandes rasgos, los socialistas apostaron por un proyecto que incide en la socialdemocracia, en la transformación digital, en el crecimiento sostenible, en el respeto al medioambiente, en la profundización de medidas que impulsen la igualdad... en definitiva en la puesta en marcha del Proyecto de Recuperación, Transformación y Resiliencia que los socialistas están llevando a cabo desde La Moncloa. La vicesecretaria general, Adriana Lastra, lo explicó en su discurso en el auditorio y afirmó que “Los socialistas convocamos a todos los españoles y españolas a ese proyecto de país, a construir la España del entendimiento, del crecimiento justo, del bienestar, la del trabajo y los derechos, la España que devuelva la esperanza a una generación desencantada”, dijo.
“En la crisis anterior, la derecha abrió el camino de la desigualdad y el retroceso”, recordó, “la crisis de 2008 mostró que el casino en el que el neoliberalismo convirtió la economía global nos llevaba a todos a la bancarrota”. Y “nosotros estamos mostrando a todos los españoles el camino de la justicia social y de la esperanza”, porque “claro que es posible una recuperación justa y los socialistas lo estamos demostrando”, subrayó Lastra.
Por su parte, Pedro Sánchez manifestó que “El PSOE es un partido que se responsabiliza de España. Nuestro destino está ligado al destino de España”. “Aquí estamos varias generaciones de socialistas, que a lo largo de las últimas cinco décadas de la historia de España, hemos venido encarnando la continuidad y la renovación del proyecto que pusieron en marcha hace 142 años Pablo Iglesias y sus compañeros”. El reelegido máximo responsable del Partido Socialista ha dejado claro su “norte” para esta nueva etapa: “preservar el papel de la socialdemocracia española”. Para Sánchez, “un partido socialista fuerte es imprescindible para la prosperidad de España, para nuestro futuro como país” que impulsará “el crecimiento y el empleo, fortalecer la cohesión social y de facilitar la convivencia”.
“Hemos estado en todos los acuerdos que han hecho posible el crecimiento de nuestro bienestar y de nuestra libertad. Hemos trabajado para la concordia y la convivencia, y esa sigue siendo nuestra principal tarea política”. “Somos un partido unido y fuerte. Más fuerte porque está más unido. Un partido útil para la sociedad, un partido al servicio de España”, ha sentenciado Sánchez. “Mantenemos la identidad, los valores y el nombre. Seguimos llamándonos igual que entonces: en el sur de Europa, socialistas, en el centro y el norte, socialdemócratas, y en el mundo anglosajón, laboristas. Seguimos defendiendo los mismos valores de igualdad y libertad que hace un siglo. Otros han cambiado de identidad, y presentan sus viejos proyectos con otro nombre, pero esos proyectos son los mismos que no funcionaron en el pasado y no funcionarán en el futuro”, ha vaticinado.
La nueva Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, aprobada con el 95% de los votos
El 40 Congreso del Partido Socialista aprobó este domingo, con un 94,94% de votos, la lista de nueva Comisión Ejecutiva Federal propuesta por el secretario general, Pedro Sánchez. 1.027 votos depositados en las urnas, con 975 a favor y 52 en blanco. Este porcentaje de respaldo supone 14 puntos más que en el anterior cónclave de 2017. Entre los 42 integrantes hay seis ministros.
Por su parte, la lista para el Comité Federal contó con un respaldo del 94,16% y la Comisión Federal de Ética y Garantías, un 95,91%.