El juicio contra el empresario Alex Saab, acusado por delitos de corrupción y lavado de activos, comienza hoy tras su extradición a los Estados Unidos desde Cabo Verde. La comunidad venezolana en el exilio y la oposición al régimen de Maduro han celebrado la noticia y consideran que su traslado es un "golpe certero" a la "tiranía" de Maduro. Por el contrario, el Gobierno venezolano considera que la justicia estadounidense no tiene jurisdicción para juzgarle y Nicolás Maduro ha demostrado su inconformidad con la decisión mediante la interrupción de la mesa de diálogo que el Palacio de Miraflores mantenía con la oposición venezolana en México.
Este lunes comienza el proceso judicial contra el empresario colombo-venezolano Alex Saab en Estados Unidos, al que se le acusa de delitos de corrupción. Comparecerá a las 13:00 hora local ante el juez federal John J. O'Sullivan, del Distrito Sur de Florida en su primera audiencia ante la justicia estadounidense. Se le acusa de siete cargos de lavado de dinero y uno de conspiración para cometer ese delito.
Desde mayo de 2019, Saab está además sancionado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por su presunta participación en tramas de corrupción a gran escala en torno a la construcción de viviendas populares, distribución de alimentos y operaciones ilícitas con el oro venezolano. La OFAC lo acusa del blanqueo de más de 350 millones de dólares. Según la Oficina, tanto él como su socio, Álvaro Pulido, tuvieron acceso a la cúpula del régimen de Nicolás Maduro a través de familiares del presidente, que también acumulan sanciones.
El detenido llegó el pasado sábado a Estados Unidos desde Cabo Verde, donde pasó más de un año detenido en virtud de una orden de captura emitida por la Interpol. La gran incógnita que pesa ahora sobre el juicio es si Saab colaborará con la Fiscalía para obtener una reducción de condena o se someterá a juicio.
La extradición ha supuesto un duro golpe para el chavismo, que considera que Saab fue víctima de "secuestro". En represalia, Nicolás Maduro ha decidido romper la mesa de diálogo que mantenía con la oposición venezolana en México desde el 13 de agosto. Como parte de la pelea judicial que mantuvo el Gobierno venezolano en Cabo Verde, al empresario se le otorgó la nacionalidad venezolana y fue nombrado representante en ausencia en la mesa de diálogo. La cuarta sesión debía haber comenzado este pasado domingo 17 de octubre.
“El Gobierno de Estados Unidos sabía que secuestrando a Álex Saab, miembro de la comisión de diálogo de México, le metía una puñalada mortal a los diálogos y negociaciones de México"
Maduro se ha referido a la extradición como una “puñalada mortal” por parte de EEUU al diálogo entre el chavismo y la oposición. “El Gobierno de EEUU sabía que secuestrando a Álex Saab, miembro de la comisión de diálogo de México, le metía una puñalada mortal a los diálogos y negociaciones de México, lo sabía el Gobierno de EEUU y actuó, lo sabían, no quieren diálogo, no quieren paz para Venezuela” ha dicho Maduro.
Por su parte, la comunidad venezolana en el exilio, varios dirigentes opositores y congresistas estadounidenses han celebrado la noticia, incluyendo el embajador de Venezuela en Washington, Carlos Vecchio, quien responde ante Juan Guaidó. Jose Antonio Colina, presidente de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio, ha mostrado su aprobación vía Twitter.