Poner fin al silencio de las víctimas y a su sufrimiento por no encontrar a sus familiares. La búsqueda de una verdad que subsane la herida de una sociedad que sigue 'abierta' como demuestra que España sea el país de Europa con más personas desaparecidas y enterradas en fosas comunes. Con este cometido nace la Ley de Memoria Democrática donde la "concordia", "el derecho a la verdad, la justicia y la reparación" y "memoria de las víctimas" son los principales pilares. Así ha presentado Bolaños este nuevo texto memorialista que pretende ser el que logre caminar hacia una democracia plena con el sustento de una sociedad unida. 

 

La memoria, un asunto de Estado

 

Si en algo se diferencia esta ley de Memoria Democrática con respecto a su predecesora, la de Memoria Histórica es la implicación directa del Estado. Ello se demuestra con el planteamiento por vez primera de una ley que repudie y condene expresamente el golpe de Estado de julio de 1936 y la posterior dictadura para poder poner el foco en las víctimas. Esta legislación les prestará especial atención con la intervención estatal en la búsqueda e identificación de desaparecidos y el impulso de las exhumaciones. También pondrá énfasis en las mujeres y todas las personas que, siendo bebés, fueron sustraídos y adoptados sin el legítimo y libre consentimiento de sus padres biológicos.