El Juego del calamar se ha convertido en la serie más vista de Netflix con 111 millones de espectadores, superando a la serie británica The Bridgerton, que lideraba este ranking con 89 millones de reproducciones.
Desde su estreno esta serie ha revolucionado a la audiencia, consiguiendo algo que pocas veces se ha visto, convertirse en menos de un mes en la serie más vista de la historia de Netflix y todo por medio del boca a boca. Hay que subrayar que estos datos provienen de la misma compañía, la cual aglutina más de 208 millones de suscriptores en todo el mundo y que, según la información que aportan, más de la mitad de estos suscriptores han visionado, por lo menos durante dos minutos, la serie surcoreana.
Netflix utiliza una métrica de audiencia basada en el número de cuentas que visualizan un título en concreto y que se mantiene en él al menos durante dos minutos. Esto significa que no todos los que figuran en ese enorme grupo de 111 millones habrán visto por completo la serie, aunque no le quita el mérito de haber logrado llamar la atención de tantos espectadores.
Pero esta serie, a pesar de su actual éxito, no ha tenido un camino sencillo. Hwang Dong-hyuk relata que para poner en marcha la idea se vio obligado a vender su ordenador portátil por 675 dólares en efectivo. Además, la serie surcoreana había sido descartada por parte de algunos productores porque consideraban que era demasiado grotesca y que se ajustaba poco a la realidad. Así, pasaron diez años, hasta que con la pandemia, tal y como el creador de la serie asegura en The Wall Street Journal, vio que “el mundo ha cambiado”: “Todos estos puntos hicieron que la historia fuera más realista para las personas en comparación con hace una década”.
La idea, nacida hace diez años, se ha convertido en algo que nunca antes se había visto en la plataforma estadounidense, transformándose en un fenómeno de masas, y no solo eso, sino en un fenómeno mundial, siendo actualmente el contenido número uno de Netflix en 90 países.