El segundo avión de repatriación procedente de Islamabad (Pakistán) aterrizó ayer martes a las 20:40 horas en la base militar de Torrejón de Ardoz (Madrid). A bordo se encontraban un total de 160 afganos, repartidos en 28 familias con más de 50 menores. Se trata de una operación enmarcada dentro de la segunda fase del dispositivo de repatriación desde terceros países de excolaboradores afganos y sus familiares activado tras la toma del poder por los talibán en la región de Asia. Desde el inicio de la operación de evacuación en agosto, España ha repatriado a más de 2.400 personas.
Los refugiados afganos procedentes de Pakistán han sido recibidos a la salida del avión por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; la ministra de Defensa, Margarita Robles; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Durante las primeras horas de su llegada a territorio español, las personas evacuadas se alojarán en el dispositivo de acogida temporal desplegado en la Base de Torrejón de Ardoz.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha aprovechado su intervención durante la Cumbre extraordinaria del G20 sobre Afganistán para subrayar la necesidad de seguir apoyando a los refugiados afganos ante la emergencia del país. Durante la reunión virtual, los líderes han abordado la ayuda humanitaria para la población afgana, la seguridad desde el ángulo del terrorismo y el tráfico de drogas, los planes de evacuación y la colaboración con países vecinos.
Sánchez ha sentenciado que España "ha estado y seguirá estando al lado de la población afgana" y que las prioridades inmediatas son "avanzar en los esfuerzos de evacuación, garantizar la asistencia humanitaria y el respeto a los derechos humanos de todos los afganos, especialmente de las mujeres y las niñas". Respecto a las evacuaciones de afganos, el socialista ha explicado que "estamos decididos a evacuar a todos nuestros excolaboradores afganos en situación de riesgo. No dejaremos a nadie atrás". Además, España se ha comprometido a aportar 20 millones de euros a través de Naciones Unidas con el fin de que llegue a toda la población y contribuya a la provisión de servicios básicos en la región.
Sánchez ha recordado asimismo que el G20 debe extraer lecciones colectivas de la situación en Afganistán para otras regiones frágiles, como el Sahel, "que necesitan nuestra atención y apoyo continuos para lograr la estabilidad y el desarrollo a largo plazo". "Los desafíos de Afganistán tienen una dimensión global y deben abordarse de manera coordinada y decidida. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante el sufrimiento del pueblo afgano", ha indicado el político.