Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha negado una solicitud del expresidente Donald Trump con el objetivo de impedir que una serie de documentos sobre el asalto al Capitolio, que se producía el pasado 6 de enero, lleguen a manos del comité que investiga los disturbios ocasionados en el Congreso.
Los abogados de Trump, por su parte, habían solicitado que se aplicara una protección especial a los documentos, el llamado "privilegio ejecutivo", lo que impediría que fueran examinados por el comité investigador. Sin embargo, ha sido la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, la que ha trasladado este viernes las palabras de Biden durante su rueda de prensa diaria en la Casa Blanca, alegando que "el presidente ha determinado que una afirmación de privilegio ejecutivo no está justificada".
Asimismo, Psaki ha señalado que la decisión de negar la solicitud de Trump se refiere "al primer grupo de documentos de la Casa Blanca de Trump proporcionados por los Archivos Nacionales", pues los papeles restantes se someterán a una evaluación "caso por caso".
Mientras tanto, el comité organizado que investiga el asalto al Capitolio sigue solicitando el acceso a registros y documentos de la Casa Blanca del mismo día en el que se perpetraban los disturbios, el pasado 6 de enero. El órgano establecido también tiene como misión investigar acerca de cuál fue el papel que tuvo el propio Donald Trump y sus consejeros durante el asalto.
El asalto del Capitolio estadounidense, con sede en Washington D.C., se producía cuando un grupo de seguidores del entonces presidente Donald Trump irrumpía en el edificio de Congresos para intentar detener la confirmación de la victoria electoral de Joe Biden. Poco después de los disturbios, la plataforma Twitter decidió suspender la cuenta de Trump, que contaba con más de 80 millones de seguidores, después de que el gobernante hiciera uso de ella para asegurar en repetidas ocasiones que las elecciones habían sido un "fraude" por un constante amaño electoral.
Jen Psaki ha aprovechado su intervención para defender la decisión tomada por Biden, asegurando que el objetivo de la Administración del presidente es alcanzar un entendimiento completo acerca de los eventos del 6 de enero en el Capitolio, para que no se de nunca algo similar.