El volcán de Cumbre Vieja sigue rugiendo y escupiendo fuego y piedras. Es un fenómeno natural, observado en todo el mundo, tan bello como devastador. Desde hace tres semanas, las casi ochenta mil isleños de la Palma, han visto cómo ríos de fuego y lava, iban engullendo, a fuego lento, sus haciendas, sus cultivos, sus negocios, su ganado. Cerca de mil familias lo han perdido todo, el trabajo de sus vidas, y vagan sin rumbo por una isla, llena de cenizas y humo, porque ni siquiera tienen a donde ir. El Gobierno nacional les ha prometido 200 millones para paliar los daños. El daño peor, ya está hecho. Muchos han visto quemarse entre los rios de fuego, sus ilusiones y su futuro. Y mientras tanto la furia de la tierra conforma uno de los espectáculo más bellos inimaginables.
El aeropuerto de La Palma se encuentra inoperativo, por días y por horas, dependiendo de la acumulación de cenizas en el aire, que impide la circulación del tráfico aéreo. El resto de los aeropuertos no cesan su actividad aunque AENA aconseja estar pendiente de cambios y posibles cancelaciones, sobre todo los vuelos que partan desde Tenerife Norte, por el desplazamiento de cenizas hacia el este de la isla. Mientras tanto, son pocos los palmeños que han podido abandonar la isla, la mayoría no tiene rumbo.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha expresado su “profundo agradecimiento” por las muestras de solidaridad de todo el país" al tiempo que promete que "España entera, Canarias y la sociedad civil van a estar siempre al lado de los damnificados" y reza para que al menos siga sin haber pérdidas de vida humanas.
El número de terremotos ha ido en aumento durante la pasada madrugada. El Instituto Geográfico Nacional ha informado de 40 movimientos sísmicos la última noche, 33 de ellos bajo el municipio de Fuencaliente. No se espera que aparezca una nueva emisión de lava, no obstante, los representantes de Pevolca se reunirán con los vecinos de la zona para explicarles los pasos ante una posible evacuación del municipio.
El volcán continúa dañando los cultivos de la isla. Según los datos del Pevolca, la lava que continúa expulsando el volcán de Cumbre Vieja ya ha arrasado con 93,4 hectáreas de uso agrícola, de las que 35,5 corresponden a fincas de plataneras, 32,9 a viñedos, 6,7 a aguacateros y el resto a otro tipo de cultivos.
El eurodiputado canario, Gabriel Mato ha trasladado su preocupación en una conversación con el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, al que reclama una movilización de fondos para la isla. Se estima que las pérdidas en la cosecha de plátano podrían alcanzar el 80% de la producción. "No solo estamos hablando de los cultivos arrasados por la lava, sino que muchas plantaciones se están viendo afectadas por la destrucción de las redes de riego y otras infraestructuras, como las carreteras de acceso a las fincas", apunta el eurodiputado del PP.