Publicado el 30 de septiembre a las 10:58
Alberto Garzón, ministro de Consumo, ha advertido durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados del nivel de desperdicio alimentario en España, que califica de "insostenible social y ambientalmente". Con la cifra de 31 kilos por persona y por año, el político ha recordado que esta situación contribuye a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), además de incidir negativamente en la seguridad alimentaria, disponibilidad de alimentos y coste de la comida. Garzón ha anunciado que su cartera ya trabaja para establecer "enfoques integrados" para paliar la pérdida y desperdicio de alimentos.
En respuesta a esto, el Congreso ha aprobado una reforma de la Ley de cadena alimentaria , celebrada el pasado miércoles por el portavoz del PSOE en la comisión de Agricultura , Manuel González Ramos. “Damos a toda la cadena alimentaria y al eslabón más débil, agricultores y ganaderos, una herramienta poderosísima”, afirmó el político. Así, se modifica la Ley de la Cadena Alimentaria para dar mayor transparencia a su funcionamiento y precios, equilibrar la cadena en todos sus eslabones y proteger a agricultores y ganaderos, de manera que haya un mejor reparto a todos los niveles y más poder de negociación.
El ministro Garzón ya ha apuntado que desde Consumo se estudian medidas concretas que se incorporarán al anteproyecto de Ley para la mejora y modernización de las normas de protección de los consumidores que ya se está tramitando. Ha avanzado una de ellas, por la cual se favorece la bajada de precios de productos alimentarios cuando se acerque su fecha de caducidad. Así, se corrige el problema de desincentivar la disminución del precio que podría afectar a futuras promociones, pues la rebaja no las afectará.
Garzón, asimismo, ha afirmado que se trabaja en medidas de escala mundial y local para aprovechar al máximo los alimentos producidos con tecnologías, soluciones innovadoras, nuevas formas de trabajo y buenas prácticas para la gestión de desperdicios y residuos.
“La redistribución de la cadena y la transparencia en la formación de precios son los dos objetivos prioritarios” , explicó el portavoz del PSOE en la Comisión de Agricultura, Manuel González Ramos.
Cifras y respuesta
En España, cerca del 14% de los alimentos producidos se pierde entre la cosecha y la venta minorista. Un 17% de la producción total de alimentos se desperdicia en los hogares, servicios de comidas y comercio al por menor . Estas cifras hacen que casi un tercio de los alimentos se pierdan, según datos proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).
El ministro Garzón ha recapitulado alertando de que todos los recursos utilizados para la producción de alimentos (agua, tierra, energía, mano de obra y capital) también son tirados a la basura cuando se pierden o desperdician alimentos.
El portavoz de Agricultura socialista explicó que dos transaccionales presentadas para reformar la Ley son especialmente relevantes. Por un lado, la que afecta a condiciones contractuales, que habla del precio del contrato alimentario que tiene que cubrir los costes efectivos de producción. Por otro, la relativa a la venta a pérdidas que "viene a proteger a los eslabones, para que al menos reciban el coste efectivo del anterior y no tengan perdidas".
Por su parte, el precio del contrato alimentario "que tenga que percibir un productor primario o una agrupación de estos, deberá ser, en todo caso, superior al total de costes asumidos por el productor o coste efectivo de producción”. Y respecto a la venta a pérdidas, la transaccional señala que “con el fin de evitar la destrucción del valor en la cadena alimentaria, cada operador de la misma deberá pagar al operador inmediatamente anterior un precio igual o superior al coste de producción de tal producto en que efectivamente haya incurrido o asumido dicho operador”.