Los datos con los que ha cerrado la feria han sido positivos, teniendo en cuenta que es la primera vez que se celebra desde la llegada del Covid-19. Con un total de 380.000 visitantes y con un total de ejemplares vendidos que ronda los 460.000, la feria cierra con un buen sabor de boca a pesar de no alcanzar las cifras de años anteriores.

 

“Hay que entender que estamos en un contexto diferente a 2019 y que en el marco de la recuperación del sector, son datos esencialmente buenos”, defendía Manuel Gil, el director de la Feria del Libro de Madrid. Y es que, las ventas han sido un 10% más bajas que en 2019, facturando algo más de 9,1 millones de euros. Manuel Gil, además, ha transmitido a los medios que ha sido “una feria compleja” pero que las “magnitudes medidas” son “muy buenas”, contando con 1.700 autores y 4.500 firmas en los 17 días de intensa actividad que ha tenido la feria.

 

Uno de los elementos que ha marcado esta cita ha sido el aforo, situado en 3.900 personas. Este aforo ha facilitado una “rotación rápida” y ha permitido “renovar continuamente” el aforo y que paseasen entre las 320 casetas “de 20.000 a 22.000 personas” al día. “La seguridad estaba por encima de todo y de los elementos comerciales puros. Sentimos que hayan debido esperar una hora, pero estamos en tiempos líquidos”, ha manifestado. 

 

“Estamos satisfechos de lo que ha representado la Feria del Libro de Madrid en un momento y contexto complejo de pandemia, ha funcionado racionalmente bien”, ha concluido Manuel Gil.