"Hemos llegado a un punto de inflexión sobre la necesidad de la acción climática" afirmaba Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas (ONU). Pese a que las cuarentenas y los cierres obligados por la crisis sanitaria de la COVID-19 fueron una buena noticia para la salud del planeta, los niveles de emisiones de carbono han vuelto a las andadas. Como consecuencia, el cambio climático avanza sin control y hace necesaria una actuación inmediata para evitar unos efectos que cada vez son más difíciles de controlar.
Calor extremo, incendios e inundaciones son algunos de los fenómenos que más afectan hoy a la población de todos los lugares del mundo como consecuencia del cambio climático. El representante de la ONU puso como ejemplos desastres como los provocados recientemente por el huracán Ida, que supuso el corte del suministro eléctrico de más de un millón personas en Nueva Orleans o las lluvias sin precedentes que acabaron con al menos 50 vidas en Nueva York. No obstante, según el representante de Naciones Unidas, el futuro no es mucho más halagüeño augurando que "estos cambios son solo el comienzo de algo peor".
La temperatura del planeta escala sin fin
La temperatura, por su parte, sigue aumentando y según el informe ofrecido por Naciones Unidas la de los últimos cinco años "ha sido una de las más altas de las que se tiene constancia". No obstante, igual que con los desastres climáticos, las expectativas auguran un futuro aún más caliente, con subidas de 1,5 grados más. Además, según el documento de la ONU, ni siquiera una reducción drástica de las emisiones de carbono sería suficiente para frenar el aumento del nivel del mar y salvar a las poblaciones costeras de todo el mundo. El secretario de la ONU va más allá asegurando que "realmente se nos ha acabado el tiempo" y que "debemos actuar ahora para evitar más daños irreversibles".
Según la ONU, "realmente se nos ha acabado el tiempo" para frenar el cambio climático y sus consecuencias
Las consecuencias del cambio climático ya son imparables y desde Naciones Unidas se pide a los países un criterio de actuación inmediato basado en la unidad de acción. Hoy, llegar a los objetivos que se fijaron en el Acuerdo de París parece casi una utopía, pues proyectos como este a largo plazo no tienen sentido si no se empieza por poner soluciones a corto plazo.
El aumento de las temperaturas pone en jaque a la humanidad
La subida de las temperaturas supone un riesgo más para la salud de las generaciones futuras. Tanto es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que un aumento del calor del planeta repercute directamente en un mayor índice de mortalidad. Ello unido a crisis sanitarias como la de la COVID-19 y una incidencia cada vez más alta de fenómenos climáticos amenaza seriamente la salud humana del mundo. Ya es demasiado tarde, pero está en nuestras manos que la situación sea irreversible o esto es lo que transmite la ONU.