Nuestro vecino Italia, en el Consejo de Ministros celebrado este jueves ha aprobado un decreto ley que obliga a los trabajadores italianos a presentar el pase sanitario. La medida se ha adoptado para "proteger la salud y seguridad de los trabajadores" y se aplicará tanto a trabajadores del sector público como del sector privado. Aquellos que a partir del 15 de octubre no presenten el certificado se arriesgan a ser suspendidos de sus puestos de trabajo y a recibir sanciones que podrán alcanzar los 1.000 euros.
A partir del 15 de octubre, todos los trabajadores italianos, independientemente de si pertenecen al sector privado o público, deberán presentar el certificado sanitario en sus puestos de trabajo. De no hacerlo, se arriesgan a sanciones o suspensiones. Así lo indica un nuevo decreto ley aprobado este jueves por unanimidad en el Consejo de Ministros.
La prensa italiana ya había adelantado la noticia, que ha sido finalmente confirmada por el ministro de Salud, Roberto Speranza, el ministro de Administración Pública, Renato Brunetta y la ministra de Asuntos Regionales, Mariastella Gelmini.
El decreto permite cinco días de ausencia injustificada por la falta de pase sanitario para los trabajadores del sector público antes de poder ser suspendido de su trabajo y salario, mientras que en el sector privado la suspensión podrá producirse desde el primer día que no se presente el pase. Además, los trabajadores se arriesgan a ser sancionados con multas de hasta 1.000 euros si no presentan el certificado. La medida afectará a unos 23 millones de trabajadores italianos.
El nuevo reglamento recoge que las medidas tienen el fin de "proteger la salud y seguridad de los trabajadores, y, en cualquier caso, no tendrán consecuencias disciplinarias y se mantendrá el derecho a conservar la relación laboral". Explica también que durante el periodo de suspensión los trabajadores no tendrán derecho a recibir ningún tipo de remuneración.
El Gobierno italiano ha aceptado la petición de las autoridades regionales y las pruebas diagnosticas que otorgarán el pase sanitario tendrán una validez de 72 horas, en el caso de las pruebas moleculares, mientras que en el caso de los test rápidos de antígenos tendrán una vigencia de 48 horas.
Más de 39 millones de italianos cuentan ya con la pauta completa de la vacunación contra la COVID-19 y el primer ministro, Mario Draghi, ya ha mencionado la posibilidad de convertir la vacuna en obligatoria para mejorar las cifras de vacunación de cara al invierno y tratar de evitar una nueva ola de contagios.