El mundo rural sigue afrontando la pérdida de población, pero en ocasiones se enfrentan a buenas noticias que devuelven la esperanza a aquellos que luchan contra la despoblación y la España vaciada. Es lo que ha ocurrido en Cobeta, un municipio de la Comarca del Señorío de Molina de Aragón, en Guadalajara, que puede celebrar la reapertura de su colegio más de 30 años después de su clausura. Este miércoles tuvo lugar la inauguración oficial del Centro Rural Agrupado, con un acto al que acudió la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez. 

 

 

Actualmente, el municipio cuenta con poco más de 100 ciudadanos empadronados, una cifra que consiguieron alcanzar como resultado de la pandemia. El alcalde de Cobeta, Pedro Hernández Berbería, explica que la crisis sanitaria se ha traducido en un crecimiento de la población. La mayoría de los nuevos habitantes son matrimonios jubilados, pero también se han mudado dos familias con hijos, lo que ha aumentado la cifra de niños en edad escolar que residen en el municipio hasta los 6. A estas familias se les ha facilitado el alquiler de una vivienda y se les ha ofrecido ayuda en la búsqueda de un nuevo empleo. El alcalde asegura que las familias de todos estos niños cuentan con un trabajo estable en la región. 

 

Con estos datos, la Junta de Castilla-La Mancha aprobó la reapertura de un colegio. Se trata de un Centro Rural Agrupado independiente (CRA) que contará con 6 alumnos de entre 3 y 9 años y se ubica en las antiguas escuelas del municipio, construidas en 1932. El Gobierno regional ha invertido alrededor de 45.000 euros para adaptar las instalaciones. 

 

 

El delegado de Educación, Cultura y Deportes en Guadalajara, Ángel Fernández-Montes, declara que la apertura del CRA muestra la intención de la Junta de “acercar la educación a cualquier rincón de la provincia y favoreciendo la actividad en el mundo rural”. 

 

La Corporación Municipal ve la apertura de la escuela como un gran logro dados sus esfuerzos por promover la vivienda y el empleo en el municipio. Los habitantes creen que este es un hito en la lucha contra la despoblación y esperan poder contar con más niños en el futuro. Desde el pueblo están impulsando también un proyecto para aumentar el número de viviendas disponibles y atraer a más población. Los habitantes esperan que su localización, en el corazón del Alto Tajo, y el alto interés natural de la zona se conviertan en un reclamo turístico.