El ciberbullying se ha perfilado como la forma más común de acoso durante el estado de alarma, de hecho, un 24% de los estudiantes afirma haber sufrido hostigamiento por redes sociales y plataformas digitales. Asimismo, las agresiones grupales han aumentado un 65%. Así lo afirma el III Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos en tiempos de pandemia 2020-2021, elaborado por Fundación ANAR y Fundación Mutua Madrileña. El documento asegura que los confinamientos y clases virtuales han supuesto un contexto clave para la utilización de canales como Whatsapp, Instagram o Tik Tok para continuar con acoso desde casa.
El informe ha sido realizado gracias a la colaboración de estudiantes, profesorado y talleres institucionales de 329 centros educativos repartidos por seis comunidades autónomas (Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Islas Baleares y Canarias). Cuenta con la muestra de 10.901 alumnos y 491 profesores.
El punto principal del documento es la caída masiva del acoso escolar, consecuencia directa de los confinamientos y reducción de la presencialidad en las aulas. Actualmente el 15,2% del alumnado asegura que algún compañero cercano sufre acoso escolar, frente al 34,1% que lo afirmaba en 2019.
A pesar de esto, los estudiantes alertan de un aumento de agresiones en grupo. La cifra obtenida en el curso 2018-19 de un 43,7% aumenta al 72,4% este año. Esto supone un incremento del 65%. Además, el ciberbullying constituye la forma de acoso más presente dentro de las clases desde que la pandemia de covid-19 alteró la forma de dar contenidos y la creación de los llamados grupos burbuja en centros escolares. Una cuarta parte del alumnado afirma conocer a alguien que puede estar sufriéndolo. Las plataformas más utilizadas para el acoso a compañeros son WhatsApp (53,9% de los casos), Instagram (44,4%), TikTok (38,5%) o videojuegos varios (37,7%).
Los alumnos/as aseguran que casi la mitad de los casos de acoso escolar continúan sin solución y la mayoría de los estudiantes considera positiva la prohibición del móvil en las clases
El documento de Prevención del Acoso Escolar expone que los motivos por los que se producen estas agresiones son el aspecto físico (52,5%), por ser "diferente" de alguna forma a la norma establecida o canon (46,4%), por las cosas que hace o dice (39,1%), por sus gustos (30,4%), por ser de otro país, cultura, raza o religión (26,2%), por ser nuevo (20,1%), por su orientación sexual (15,2%) o por su contexto económico (14,2%).
Se debe tener en cuenta, afirman desde Fundación ANAR y Mutua Madrileña, que las medidas sanitarias y de seguridad permiten un control mayor por parte de las directivas de centros educativos a los jóvenes. Por tanto, detectar actitudes de acoso se hace más visible y fácilmente atajable. Sin embargo, la solución desde la visión de los educadores es el trabajo con el alumnado del respeto a los demás y el diálogo frente a castigos. Se incluyen en este proceso a los padres y madres y se recalca la importancia de la atención de los niños para detectar situaciones indeseables y ponerles fin.
El dilema del móvil
Debido al alza de plataformas digitales y redes sociales como herramienta para el derribo de compañeros, se ha abierto un debate en las salas de profesores y directivas de centros acerca de la utilización del móvil en las aulas. Preguntados los alumnos, un 52,4% de ellos consideran positiva la prohibición del teléfono en los colegios e institutos, ya que reduciría el ciberbullying notablemente.
Por otro lado, el 23% de los alumnos no está de acuerdo con esta medida, pues consideran necesario el teléfono para llamadas de urgencia o como una herramienta educativa.
Por su parte, los profesores (8 de cada 10) afirman que el móvil no es necesario para el aprendizaje y su prohibición en los centros evita la distracción del alumnado.