El Partido Laborista Noruego (AP) liderado por Jonas Gahr Store ha ganado las elecciones celebradas el pasado lunes. El país termina así con el gobierno de la primera ministra Erna Solberg, que lidera una coalición encabezada por el Partido Conservador. Los primeros resultados apuntan a que los laboristas podrían hacerse con el Gobierno formando una coalición junto al Partido del Centro y el Partido Socialista de Izquierda. Termina así una campaña electoral centrada en la lucha contra el cambio climático y la transformación económica a la que se deberá enfrentar uno de los principales países exportadores de gas y petróleo.
El Partido Laborista (AP) de Jonas Gahr Store ha ganado las elecciones legislativas noruegas, imponiéndose a la gobernante actual, Erna Solberg, del Partido Conservador (H). Los resultados preliminares apuntan a que habrá un cambio en el gobierno del país nórdico, que hasta ahora estaba en manos de una coalición liderada por el Partido Conservador. Los laboristas podrían gobernar con el apoyo del Partido Socialista de Izquierda y el Partido del Centro.
El AP ha conseguido un 26,4% de los votos, 1 punto menos que en las últimas elecciones. Por su parte, el Partido Conservador ha obtenido un 4,6% menos, haciéndose con un 20,5% de los votos. Siguiendo a las dos formaciones principales, el Partido del Centro (SP) ha conseguido un 13,6% de los votos totales y los ultraconservadores del Partido del Progreso (FrP), un 11,7%. El Partido Socialista de Izquierda (SV), del que podría depender la futura coalición de gobierno, se ha hecho con un 7,5% de los votos.
Los primeros datos apuntan a que una coalición formada por los laboristas junto al SP y el SV podría gobernar en Noruega, ya que las tres formaciones conseguirían 89 de los 169 diputados, una mayoría absoluta. Previamente, Store ya se había referido a esta coalición como su "plan A", aunque no cierra la puerta al diálogo con otros partidos para formar Gobierno. Como manifestó en una entrevista tras conocer los resultados de las elecciones "la mayoría que quiere un cambio es tan clara, que es una gran responsabilidad para nosotros encontrar una base para gobernar con seguridad".
Los resultados de las últimas encuestas ya vaticinaban el hundimiento del Partido Conservador frente al AP de Store. Con el escrutinio del 97% de los votos, el líder se dirigió a sus votantes para decir que "hemos trabajado duro y ahora por fin podemos decir que lo hemos conseguido". También en su discurso quiso agradecer la labor que la primera ministra Solberg ha realizado durante los últimos ocho años. La primera ministra también felicitó a Store por sus resultados.
Noruega es uno de los países más conscientes de la amenaza climática, pero sigue manteniendo el petróleo como su principal fuente de ingresos
La campaña de las elecciones noruegas se ha centrado principalmente en la lucha contra el cambio climático, con el futuro de la industria petrolera del país como principal protagonista. En 2020, el enviado especial de la ONU sobre derechos humanos y medioambiente publicó su informe sobre las emisiones contaminantes del país, en el que pidió que se aplicaran medidas más drásticas para proteger el medio ambiente. "Noruega debe prohibir que se sigan explorando los combustibles fósiles y desarrollar una estrategia de transición justa para los trabajadores y las comunidades que dependen de la industria de los combustibles fósiles" declaró. Noruega es uno de los países más conscientes de la amenaza climática, pero sigue manteniendo el petróleo como su principal fuente de ingresos.
El informe de la ONU generó un amplio debate en el escenario político, aunque los dos principales partidos, conscientes del número de puestos de trabajo que dependen del sector y la amplia riqueza que genera, siguen a favor de sostener la industria petrolífera. El AP se ha mostrado a favor de una política medioambiental justa y Store ha reconocido incluso la posibilidad de una "nueva era" en materia energética para Noruega. Sin embargo, por el momento la formación no ha hablado de poner freno a una industria valorada en 40.000 millones de dólares y que supone un 14% de su PIB.
El país se enfrenta también a la merma de este recurso tan preciado. Según cálculos de la Dirección de Petróleo de Noruega, las reservas empezarán a caer en 2025 y sería necesario encontrar nuevos yacimientos para sustentar la industria. Los Verdes y la Izquierda Socialista se han manifestado en contra de las nuevas exploraciones e incluso lo han situado como una línea roja a la hora de formar gobierno. Si los laboristas esperan formar una coalición contando con el SV, es posible que tenga que empezar a renegar de la industria petrolera, lo que supondría un gran cambio en la economía noruega.