Desde este fin de semana hasta el 31 de agosto, coincidirán en la carretera casi cinco millones de desplazamientos, lo que supone una media de quince millones de ciudadanos que regresan a sus localidades de residencia después de pasar las vacaciones. Debido al coronavirus, este retorno por carretera provocará importantes movimientos de largo recorrido e intensidades elevadas de circulación y por ello, la DGT recomienda planificar los viajes con antelación y, en la medida de lo posible, evitar las horas más desfavorables.

El viernes 27, entre las 16 y las 22 horas, y el sábado por la mañana, sobre todo entre las 9 y las 13 horas, son las horas en las que se prevé que habrá más movimiento, sumándose a los habituales que se provocan por el comiendo de fin de semana estival hacia las zonas de costa y segundas residencias. Esto podría provocar retenciones de salida de las grandes ciudades, añadiéndose a estas las principales vías de comunicación de acceso a zonas turísticas y de descanso, aunque, a última hora de la tarde-noche del 27 los problemas pueden localizarse en las zonas de destino.

Además, el domingo por la mañana la circulación podrá ser conflictiva en trayectos de corto recorrido entre las carreteras que comunican poblaciones del litoral y las zonas de acceso de playas, mientras que a partir de las primeras horas de tarde comenzará el retorno de, tanto los que han salido durante el fin de semana como los que finalizan sus vacaciones.

Para evitar posibles problemas, la DGT ha establecido una serie de medidas de regulación, ordenación y vigilancia del tráfico, con la intención de facilitar la movilidad y fluidez de las carreteras, además de velar por la seguridad de todos ellos. Las principales medidas son la instalación de carriles adicionales y reversibles en los momentos de mayor afluencia circulatoria; la restricción de la circulación de vehículos de mercancías peligrosas, transporte especial y camiones en general, además de a los que transportan determinadas mercancías en ciertos tramos, fechas y horas y, por último, la paralización de las obras en la carretera y la limitación de celebración de pruebas deportivas y otros eventos que provoquen la ocupación de la calzada.